miércoles, 22 de abril de 2020

Los asesinos inútiles



LE CRI DU HIBOU (EL GRITO DE LA LECHUZA) fue la fallida adaptación de una novela de Patricia Highsmith, una autora a la que el cine se ha acercado constantemente, y sin embargo han sido muy pocas las películas que han atrapado "seriamente" la esencia de la escritora texana, limitándose la mayoría a deshojar lo truculento, sin tener en cuenta la acrobacia a la que sometía su prosa, en busca quizá de esa belleza malsana que recorría su obra. Aquí, Chabrol se toma al pie de la letra la anécdota psicológica, abandonando a sus personajes en un limbo gravitacional que no permite disfrutar de una amoralidad sin recurso ni asidero. De hecho, es casi imposible confirmar un solo personaje que pueda considerarse protagonista, al menos como un elemento que acabe por ser fundamental en una trama dantesca y ridícula. Un tipo se está separando y huye a una casa que tiene en el campo; allí conoce a una joven a la que ha espiado inocentemente, pero cuando ésta le declara su amor repentino, el tipo, al que se le añade una especie de psicosis delirante, no sabe bien a qué se está enfrentando, y aún menos cuando descubre que la chica estaba a punto de casarse, por lo que la historia se torna aún más rocambolesca. He tenido la suerte de leer, hace tiempo, el susodicho libro, y puedo decir, con conocimiento de causa, que Chabrol se enteró de un 1%, o elaboró el guion (junto a Odile Barski) leyendo sólo la contraportada. La escena final puede competir sin embozo con aquello de Norman Mailer...
Prescindible, sin más.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!