miércoles, 8 de abril de 2020

Los desplumados



INSPECTEUR LAVARDIN, de 1986, continuaba las andanzas del peculiar investigador que apareció brevemente en POLLO AL VINAGRE un año antes, tal fue el éxito del personaje interpretado por Jean Poiret y sus poco ortodoxos métodos de trabajo. Aquí, Lavardin se erige en protagonista absoluto de una trama que se va tornando cada vez más escabrosa, y en la que Chabrol aprovecha la excusa policíaca para desmontar los excesos y vulgaridades de la alta burguesía de provincias. El film se abre con el extraño crimen de un escritor ultracatólico, que hasta entonces llevaba una vida apacible junto a su mujer, su hijastra y su cuñado. Lavardin, que conocía a la familia desde hace años, sospecha de todo el mundo, pero no existe un solo indicio claro, lo que le lleva a emplear sus intimidantes modales, de dudoso corte moral, y con la única obsesión de encontrar un culpable, aunque ni siquiera sea "el culpable". Chabrol en estado puro, en una película que apuntaba a que podríamos estar ante una considerable serie, pero que no siguió más allá.
Saludos.


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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!