jueves, 5 de marzo de 2020

¿Quieres que me muera?



QUIEN A HIERRO MATA se cierra con una sobrecogedora canción de Los Suaves, un elocuente colofón a esta sucia sinfonía de horrores cotidianos, con el trasfondo del narcotráfico en Galicia. Nada que ver con el terror, pero sí con el miedo, el que sufren todos y cada uno de los personajes, víctimas de sus propias decisiones y las consecuencias que acarrean. La excusa es el internamiento de un famoso narco, ya anciano, en una residencia, tras su salida por motivos de salud de la cárcel, lo que desconcierta a sus dos impetuosos hijos, que deben cargar ellos solos con un negocio que se les ha complicado. Es ahí, en la envenenada relación que se va formando entre el narco y su cuidador (un devastador Luis Tosar), donde se sostiene el único filo de un film, por otra parte, no tan anguloso como parece, aunque sí cargado de una malicia soterrada, deliberadamente retorcida. Una película bien interpretada, con una dirección que logra dominar la constante tendencia al exceso, y con un final que no hace prisioneros, y con el que Paco Plaza se reivindica como gran narrador de lo truculento.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Correcto
Afiladísima sería el adjetivo que bien la podría resumir.
Oye, y el final... eso te lo hacen fuera de España y está ya en uno de esos vídeos de top escenas del cine.

dvd dijo...

El final lo filma Fincher y estamos hablando de otra cosa, por supuesto...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!