lunes, 30 de marzo de 2020

Adiós a un genio



Hay entradas de este blog escritas desde dentro, con las tripas. Como ésta. Se ha ido un genio, de los que podemos denominar como absolutos, por habernos legado iconos que forman parte del imaginario universal de todos los tiempos. Albert Uderzo no era un dibujante al uso, como Goscinny no era un guionista común; ambos crearon un universo propio, con sus propias reglas, tan divertido como revolucuionario. Un universo ferlosiano, en el que los galos, normalmente una nota a pie de página en los libros de historia, ridiculizaban permanentemente a los todopoderosos romanos, entendiendo esta constante como una exaltación de los modos tranquilos de una sociedad satisfecha en su propia modestia, todo un alegato anticapitalista. Las aventuras de Asterix, Obelix y compañía las conoce todo el mundo, y no es casual ni baladí, no son muchos los artistas que pueden afirmar tal cosa. Sus libros en tapa dura, de la legendaria Dargaud, son habituales en cualquier biblioteca que se precie. Pero también sus películas, y sobre todo las que se hicieron con supervisión directa de los propios Goscinny y Uderzo. Y muy especialmente ASTÉRIX ET CLÉOPÂTRE, que fue, además, dirigida por ambos en 1968. No será una maravilla de la animación, y de hecho deja bastante que desear en este sentido, pero este film es un "incunable", una de esas piezas de arqueología sentimental, instalado en un lugar privilegiado de nuestra memoria, justo al lado de unas mañanas sabatinas en pijama, con la montaña de azúcar para mojar los churros y esa plenitud entrando por las ventanas de la infancia.
Así es, así fue...
Maravillosa.
Saludos.

2 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Como aprendiz de historietista, he sabido de la noticia.
Claro que no era un dibujante común. Usaba interesante composición en las historietas.
Historietas memorables, junto con el guionista.

Bien por esta entrada.

Saludos.

dvd dijo...

Asterix siempre será, es, irrepetible...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!