jueves, 26 de marzo de 2020

El efímero femenino



Aclamada en cada certamen al que acudía, PORTRAIT DE LA JEUNE FILLE EN FEU, la última propuesta de la directora francesa Céline Sciamma, nos transporta a finales del Siglo XVIII, aunque en un contexto muy diferente al que estamos acostumbrados en dicho período histórico. Sciamma reduce todo lo que cuenta a las cuatro paredes de una enorme mansión, que se estrecha hasta encontrar una intimidad que todo lo absorbe, y que se nutre de la arrebatada historia de amor de dos mujeres. Rompiendo esquemas desde el principio, Marianne es una pintora, obligada a firmar con el seudónimo de su padre, y que recibe el encargo de realizar el retrato de bodas de Hélöise, que acaba de abandonar su enclaustramiento. La madre de la joven contrata a Marianne con una condición, que se haga pasar por dama de compañía, a fin de hacerse un retrato mental que luego pueda llevar al lienzo. Sin embargo, las dos mujeres iniciarán una relación, primero con curiosidad, pero que desemboca en una pasión y amor incontrolables. Es ahí donde Sciamma extrae lo mejor de una historia, por otra parte, que de poco convencional deviene falsamente costumbrista. Cuando no explica nada, ni se preocupa por unas apariencias que tampoco han de mantener en un estado de semisoledad, el film se torna fieramente bello, con algunas imágenes de enorme expresividad y cargadas de simbolismo. Y uno bien podría ver aparecer por allí no sólo a Vivaldi (cuyo "verano" es interpretado a clavicordio), sino también las composiciones de Frida Kahlo, o la poesía de Pavese, aclarando algunos vínculos que a algunos hombres (perdónenme) se nos escapan torpemente.
Es una gran película, podría haber llegado a obra maestra.
Saludos.

2 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me gusta el argumento, bien desafiante.

dvd dijo...

Es la palabra, desafiante. Pero también es una película con un trasfondo muy hermoso, basado en algo que nos falta tanto como el amor sin condiciones...
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!