domingo, 8 de diciembre de 2019

Rincón del freak #383: Fracasar mejor



Poco o nada se sabe de qué diablos le pasó por la mente al bueno de Mike Figgis para perpetrar un engendro tan indescriptible como THE LOSS OF SEXUAL INNOCENCE. Como si de una mezcla aleatoria de Monty Python, Terrence Malick (o Iñárritu, lo mismo da) y Tinto Brass se tratara, podría parecer que estamos ante una especie de memoria sentimental del autor, finalmente luciendo como una baratija abandonada que nos quieren hacer pasar por trascendente. Es imposible filmar un guion peor, porque Figgis se lo toma en serio y quiere hacer cine de autor; ni tener un montaje tan terriblemente caótico; o que los actores estén tan perdidos que parecen improvisar constantemente (y por allí estaban Saffron Burrows, Julian Sands, Kelly MacDonald o una Rossy de Palma terrible); o que hasta el habitualmente gran fotógrafo Benoit Delhomme parezca usar filtros de noche americana... No sé, es todo muy bizarro y muy inexplicable. Perdida en los sótanos del fondo de armario de Sony Classics, se trata de personajes recordando la primera pajilla, los remordimientos y esas cosas... Y de golpe y porrazo... ¡Adán y Eva! Blanca ella y negro él, miccionando en un lago y provocando alguna carcajada de incredulidad. Una cosa extraña, en serio, y que hace que la frase de Beckett cobre más sentido si cabe, porque yo a Figgis lo respetaba un poco, pero no sabía que hace veinte años le dio por hacer esto... En fin.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!