lunes, 15 de julio de 2019

La letra con sangre entra



DER BUNKER es una de esas cositas extrañas con las que uno se topa de vez en cuando casi sin quererlo. Una bizarra pieza de cámara, que se intuye hecha con cuatro duros y un montón de buenas intenciones, pero que se queda en correcto ensayo de algo que podría haber sido más grande si no se le notaran tanto las influencias, que son muchas. El argumento es para contarlo, y ustedes ya me dicen: un aspirante a científico llega a un búnker que sirve de vivienda a una peculiar familia, compuesta por un hombre, su mujer y un hijo al que apenas ve; su intención es conseguir el mayor aislamiento y soledad para poder desarrollar un complejo trabajo sobre la famosa "partícula de Higgs". Lo que propone Nikias Chryssos es una especie de metáfora vaciada de sentido, en el que cada personaje encarna un rol concreto, pero que quizá quiera significar algo más, lo que lo acerca a Kafka sobre todo. El padre es un imbécil sin atributos, pero que se cree instruido por tener una estantería con libros; la madre es obsesiva y acaparadora, pero protege a su hijo de cualquier amenaza externa; el hijo... bueno, el hijo aparenta treinta años, pero tiene la mentalidad de un niño de ocho, y es, simple y llanamente, un ignorante integral. Para terminar de redondear esta extrañísima historia, los padres piden al joven que instruya al hijo, conformándose una relación basada en intereses creados; sin embargo, el niño-hombre sólo parece poder aprender algo si es torturado físicamente, y cuando logra saber que la capital de Francia es París sus padres revelan que su cometido es ser presidente de la nación... ¿Por qué? Pues porque esas son las directrices que lleva años dictando un ser de otro planeta que vive en una herida en la pierna de la madre... Con dos cojones.
Sí, es muy rara, pero tiene algunas ideas que merecen mucho la pena, y los intérpretes transmiten muy bien ese clima enrarecido y asfixiante del búnker. La cosa es que ya cuenta con cuatro años y su director, alemán de origen griego, no ha vuelto a filmar nada más.
Muy muy curiosa.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!