sábado, 30 de marzo de 2019

El hombre murciélago #8



No me atrevería a afirmar si esta entrega es peor que la anterior, pero el cachondeo fue mucho allá por 1997, cuando se estrenó BATMAN & ROBIN, ya sin rastro de Burton y con la Warner entregada a un frenesí acumulativo sin orden ni concierto. Elijan: desde el soez opening, que muestra sin pudor glúteos, pechámenes y partes pudendas embutidas en putilátex, pasando por los terribles personajes de Schwarzenegger (que se atrevió a emular a Hamlet... ¡!...) y quien quiera que hiciese de un Bane que daba pena y risa al mismo tiempo, o terminando por la cara de aguantar las ganas de reírse de un George Clooney que definitivamente nunca estuvo hecho ni para hacer de Batman ni de Bruce Wayne, y encima le ponen de novia florero nada menos que a Elle McPherson... Lo cierto es que lo poquísimo salvable de esta entrega era una Uma Thurman perfecta como la pérfida Poison Ivy, y suyos son los escasos momentos salvables de este despropósito que amenazó con destrozar al hombre murciélago en pleno auge de su figura. Efectivamente, lo de Alicia Silverstone haciendo de Batgirl metidísima con calzador, con esos mofletitos y esa dicción terrorífica que tiene... no, ni siquiera la salva su propio momento putilátex, qué va... Terrible, pero terrible, aunque sé que hay gente a la que le encanta y no se atreve a decirlo...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!