sábado, 2 de marzo de 2019

El hombre murciélago #3



Sí, amigos, en 1966 se realizó el primer largometraje propiamente dicho de Batman, Robin y todos los demás. Y esta película, que se tituló (como no podía ser de otra manera) BATMAN, debería estar mañana, sin duda, pero hay un par de cuestiones que me lo impiden. Primero, que la de mañana es aún más bizarra, pero sobre todo que este "Batman", interpretado por un Adam West que es hoy reverenciado como el más genuino y fiel a los preceptos invocados por Bob Kane, es perfectamente consciente de qué tipo de artefacto es y cuál es su cometido, sin mayores ínfulas ni preocupaciones metafísicas. El BATMAN de 1966 (que ya venía avalada por una no menos mítica serie) era una desternillante comedia pop, repleta de absurda candidez y un cierto cinismo quizá sólo apto para ojos muy atentos e inconformistas. Aquella película incluía ya al mítico Batmóvil (y al Batcóptero, y a la Batlancha), y junto a West brillaban un elenco tan irrepetible que luego ha sido inevitablemente citado en multitud de ocasiones. Burt Ward daba vida a un Robin al que es imposible no otorgarle su papel de icono gay; la bellísima Lee Meriwether estaba perrrrfecta como Catwoman; y el trío de supervillanos lo componían Frank Gorshin como Riddler y unos geniales César Romero y Burguess Meredith, dando vida a unos icónicos Joker y Penguin. Y dirigía un superclásico de la televisión, Leslie H. Martinson, curtido en series míticas de los cincuenta como Maverick y que luego estuvo en casi todas las series más famosas de los 60, 70 y 80 que ustedes puedan recordar.
Para la posteridad quedarán la vis cómica de West (que muchos afirman que era involuntaria) y un puñado de escenas que rozan el surrealismo, como el ataque de un tiburón de gomaespuma fuera del agua o ver a Batman corriendo de un lado a otro con una gigantesca bomba, sin encontrar un lugar donde lanzarla... Yo suelo recomendarla para momentos de bajona... ¡y funciona!
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!