lunes, 18 de diciembre de 2017

Manual de lucha y libertad #3



Además de un extraordinario creador de imágenes, Basilio Martín Patino logró desmontar muchos de los falsos credos del cine español, siempre asfixiado por la censura, cuando no intoxicado por su narcisista endogamia. TORERILLOS, 61, por ejemplo, daba cuenta de la gran fiesta de los toros desde una perspectiva inaudita. Sin ser crítica ni elogio, Martín Patino volteaba cualquier convencionalismo y nos hablaba de los maletillas, que, empujados por el hambre y la quimera del éxito, se jugaban la vida y la dignidad saltando al ruedo espontáneamente, buscando y rogando una oportunidad para demostrar su valía como diestros. El corto, en apenas un cuarto de hora, alterna recortes de periódicos, imágenes de archivo y la propia representación de estos héroes anónimos, embarcados en una selección natural casi imposible. Lo que el cineasta salmantino volvía a lograr era un hito, parafraseando quizá al Buñuel que tuvo que marcharse, y demostrando la vigencia de la no ficción como arma cultural, u objeto fílmico inadvertido para la cegata y previsible censura, que no veía aún el reporte de aquella España miserable e injusta.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!