miércoles, 8 de febrero de 2017

Un ciudadano del mundo



Puede que a algunos el nombre de Quentin Crisp les pase más que desapercibido, pero se trata de una de las personalidades más controvertidas del pasado siglo, y lo vivió prácticamente de cabo a rabo. Crisp no era un artista, en el sentido estricto de la palabra, pero iluminó la senda de multitud de ellos, inspirándolos o directamente influyendo en su obra. Tampoco era un pensador, pero acuñó una miríada de frases tremendamente inteligentes, difíciles de ubicar por su ambigüedad, cuando no de una mordaz ironía. Lo que sí era Quentin Crisp es gay, pero nunca fue un activista ni un agitador, porque a lo que aspiró durante toda su vida fue a algo que normalmente los gays no ven con buenos ojos: la naturalidad. No es que fuera un tipo que pasara desapercibido precisamente, pero esa fue su lucha a contracorriente, soportar con estoicismo el desprecio hasta volverlo en contra de quienes le desprecian hasta volverlos despreciables a ellos mismos.
Crisp se fue a Nueva York en los años 80, justo en el momento más recrudecido del SIDA, y sus palabras al respecto sonaban extrañas entonces, pero el tiempo, como en tantas cosas, acabó por darle la razón, porque lo que la sociedad quería de los gays era verles preocupados, implorando la redención. Murió en 1999, nonagenario y cargado de razones como para pensar que ha sido uno de los personajes que mejor entendió qué es exactamente lo que significó el Siglo XX.
AN ENGLISHMAN IN NEW YORK, aparte de ser la canción con la que Sting homenajeó a Crisp, fue una pequeña película independiente de 2009 que, en formato telefílmico, hacía lo propio. La película, para qué engañarnos, no es gran cosa, y se le notan grandes carencias presupuestarias y narrativas, pero véanla sólo para disfrutar de 75 minutos de lección interpretativa a cargo de John Hurt, simplemente el único hombre posible para interpretar a alguien como Quentin Crisp.
Saludos.

2 comentarios:

Tarquin Winot dijo...

No conocía a este hombre ni mucho menos lo proundamente enrevelado que está con la cultura popular. Parece un personaje de los más interesante que convendría investigar un poco.

dvd dijo...

Fue, sobre todo, una extraña mezcla de hedonista descreído, lo que le llevaba a formular frases que parecían genialidades o chorradas, aunque siempre que decía algo lo hacía con toda la intención. Ahora mismo es impensable que alguien así aparezca en los medios.
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!