viernes, 24 de febrero de 2017

Ettore Scola. Un italiano en Italia #10



También en 1972, Scola fue requerido por Dino de Laurentiis para adaptar una obra del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, famoso por sus enrevesadas tramas a lo "Agatha Christie". LA PIÙ BELLA SERATA DELLA MIA VITA empieza con Alberto Sordi enfrascado en un negocio sucio en Suiza, donde recibe un maletín repleto de dinero que no puede ingresar en un banco por llegar tarde. Obligado a esperar hasta el día siguiente, su lujoso coche se queda estropeado en un camino rural mientras sigue a una misteriosa y atractiva motorista, llegando hasta un pintoresco castillito donde le ofrecen quedarse hasta el día siguiente. Los otros huéspedes son todos letrados jubilados, y tras una gran cena arman un ingenioso juego en el que el recién llegado hará de acusado y se someterá a un juicio "ficticio". Oscilando entre la comedia macabra y el retrato costumbrista, Scola dirige a un puñado de grandes actores (Michel Simon, Pierre Brasseur, Charles Vanel) y factura una extraña y sorprendente pesadilla surrealista, con un final que parece desentonar con la sutileza que Scola derrama en cada escena para no caer en el habitual exceso de su productor, pero que le da una explicación plausible y terrenal a una trama que mantiene al espectador dudando constantemente sobre qué está pasando. Suerte que por allí estaba una tal Janet Agren para espabilarnos...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!