viernes, 14 de agosto de 2015

El loco soy yo #4



Hay un aspecto fundamental para abordar el regreso de Mad Max treinta años después. El vilo de la cartelera lo componen, así a vuelapluma, las andanzas pixerianas, las comedietas de frescor vaginal, la de Neeson vs. las siestas (o peor: Cage insomne perdido), la de miedo que no da miedo (así que no tiene género), la de superhéroes (cada vez más infantiles), alguna de algún festival... Y de repente, esto.
MAD MAX: FURY ROAD es la forma en la que George Miller le dice a la gente, en mitad del pastoreo, que otra cartelera es posible, que aún quedan cosas por hacer y que la pasta, de tener que llevársela antes, es preferible que se la lleven los profesionales de lo que una vez, por un momento, fue arte y séptimo. estamos tan acostumbrados a encasillar cada cosa por culpa del insoportable ordenamiento de celdas, rejillas y ventanas, que todo lo que ocupe un lugar amorfo y grosero es radicalizado de inmediato. A esta película le ha venido bien, porque la respuesta ha sido unánime; a la gente le ha gustado, y lo mejor es que todos los que la alaban coinciden en señalar que se trata de un trabajo hecho con tripas y corazón, que no da lecciones morales y que a su evidente pesimismo lo engulle un sentido del ritmo que Miller lleva perfeccionando desde 1979. Sus travellings, irrupciones en escena, zooms y encadenados musicales llevan sello propio; tienen, por así decirlo, la misión de narrar sin que se esté diciendo nada. Porque MAD MAX: FURY ROAD es, no puede ser de otra manera, parca en palabras, rica en miradas y bella en el caos. Hay quien le achaca a Tom Hardy el desaparecer de escena en favor de una Charlize Theron mucho más orgánica y respondona; revisen las otras tres entregas, Max es un tipo siempre a punto de salir del cuadro, como John Wayne, alguien que no quiere ser protagonista, pero que siempre acaba arrastrado por las circunstancias. Las circunstancias son tremendas en esta entrega: el malo (muy malo) es Immortan Joe, que anda obsesionado con procrear antes de la esterilización total, y para ello tiene a varias vestales encerradas. Theron es Furiosa, una Lugarteniente que idea un plan desquiciado para burlar al dictador y largarse con las jóvenes. La persecución está servida, la acción asegurada, nada puede fallar; los personajes se suceden sin que se nos explique nada sobre ellos, pero su naturaleza va siendo descubierta en mitad del fragor. Ni un segundo de calma... ¿Cuál es la función de Max, entonces, una vez despojado de su condición de salvador y mesías? Max es la pausa que hace ver, el tipo que comprende y no impone, con un doloroso anclaje en el pasado que aún no lo ha convertido en un ser sin sentimientos. Furiosa es la protagonista, sí, pero Max es su conciencia, el que ya sabe lo que hay dentro de la gigantesca tormenta de arena y electricidad (espectacular escena, por cierto), y el que es temido por todos los locos a los que se enfrenta, precisamente por su cordura...
Por todo ello, MAD MAX: FURY ROAD se erige como uno de los títulos más importantes de la temporada y se perfila como uno de los eventos a seguir en los próximos años. Se espera continuación para dentro de un par de años; a mí sólo me queda añadir que si tiene la mitad de sustancia que ésta podemos estar de enhorabuena.
Cine con mayúsculas.
Saludos.

10 comentarios:

David dijo...

Nunca he sido muy seguidor de Mad Max. Las tres anteriores, pues para mí se dejaban ver sin más. Reconocía sus méritos. El "encanto" de la primera de hacer una peli con los medios de los que disponía, el "western" de la segunda.
Mencionabas en la primera entrada de la serie lo de Metal Hurlant. No digo que no, pero mucho más relación con aquella revista tiene esta peli. De hecho, así fue como la definió uno de los amigos con los que fui al cine a verla. "Es como un episodio o una serie de Metal Hurlant pero bien hecho". Y sí. Es como Moebius, Druillet, etc... Estética y argumento de cómic (algo que me suele poner del hígado cuando se menciona a menudo), pero en este caso creo que está ahí y no en sentido peyorativo.
Fui a verla pensando que no iba a ser para tanto y que las críticas y el comentario general sería algo exagerado...pero me lo pasé genial y creo que es una estupenda película (me da igual lo que diga Mr.Lombreeze). Para mí, la mejor de las cuatro con bastante diferencia. Las otras se dejan ver...esta se disfruta.

David dijo...

Ah! Un amigo me regaló una entrada para Safari relacionada con la peli.
Por si te interesa: http://safarinocturno.blogspot.com.es/2015/06/furia-es-una-palabra-femenina.html
Un saludito.

Tribalma dijo...

Creo que soy de los pocos que se aburrió con esta cuarta parte de Mad Max. La estética chapeu, la acción chapeau, el mensaje contra la idiotización de las masas por parte de poderosos charlatanes y fanáticos chapeau... Pero no tiene personajes, no tiene apenas trama, ni tiene casi diálogos, los personajes cambian de carácter en cinco minutos, Mad Max no hace nada... De verdad que creo que es una de las películas más supersobrevaloradas de este 2015. Aunque su acción está muy bien, dos horas de solo acción con 15 minutitos de apunte argumental a mi me mataron de verdad. Me aburrí de sobremanera.

Tribalma dijo...

Ostias! Soy Cinemagnificus. Firmé sin querer desde otro blog que llevo que es el de una asociación cultural. Sorry ;)

dvd dijo...

Bueno, creo que alimentar una polémica no tiene sentido, y menos aquí. Este MAD MAX (y las otras también) es cine de entretenimiento, dinámico, gozoso, para ver y disfrutar. Evidentemente, si a uno le aburre es normal que no le guste, pero creo que es un error intentar encontrar en esta saga algo que no sea lo anteriormente dicho, porque su única pretensión es poner al día el cine de aventuras. Pero eso sí, es que, tanto la puesta en escena, como el trabajo de cámaras, y por supuesto el montaje final (que me parece brutal) dan a entender sobre un cineasta mayúsculo, y lo que es más importante, con un discurso propio y alejado de la amalgama hollywoodense, que no tiene empacho en seguir facturando copias idénticas de un modelo agotado en el cine de acción. Y eso que me parece que Miller se corta pero mucho a la hora del desparrame, supongo que el dinero de los productores tendrá su peso, pero la peli siempre parece a un paso de ser más bestia aún...
Tocayo, ya leí la entrada que me pasas, y añado que me parece magnífica, hilando fino fino con lo del rol de la mujer en el cine de acción. Pura pantomima machista, vaya... Ésta, en cambio, otorga mucha más dignidad a los papeles femeninos.

Cinemagnific dijo...

No era mi intención sembrar polémica: era sólo dar mi opinión ;D Creo que soy de los pocos que no ha flipado con esta peli. Saludos :)

Mister Lombreeze dijo...

A mí también me da igual lo que diga Mr Lombreeze con tal de que mis amigos sean felices.

dvd dijo...

Jajaja!!!... Qué grande, sí señor!
Pues si son pocos los que no le ha gustado... ¡Coño, todos pasan por aquí!...

dvd dijo...

Sin problema, el que no quería echar más leña al fuego era yo. Esto está para opinar, faltaría más, si no qué aburrido...

David dijo...

Jajaja...Muy bueno sí, Mr.Lombreeze. Pero si quieres hacernos más felices, no tardes tanto ni en actualizar ni en comentar..

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!