sábado, 15 de agosto de 2015

Una estrella allá en lo alto...



Lo impetuoso del momento (con las dichosas vacaciones en medio, claro) y diversos avatares que apenas si vienen a cuento, no me han permitido extender mi gratitud a uno de esos actores que "estaban ahí desde siempre" y que, al menos a mí, me han hecho disfrutar, emocionarme, reír, llorar, y, en definitiva, darme cuenta de qué grande es esto del cine. Señor Sharif, yo le tenía a usted un respeto indiscutible, y cuendo me enteré de que nos había dejado (para atender asuntos más importantes, supongo), mi cabecita cinéfila empezó a maniobrar en modo "nostalgia". Son muchos, incontables, los títulos a los que usted prestó su porte y elegancia, todos ganaron con su presencia, y debo admitir que me daba una como envidia verle a usted, todo dignidad y virtud, siendo tan caballero con una dama como con un hombre, aceptando con una sonrisa cualquier derrota y restándose a sí mismo los muchos méritos que, ya se lo digo yo, coleccionaba para luego esparcir por la pantalla. Sólo gracias... sólo gracias...
Me he dado cuenta de que la mayoría de títulos imprescindibles en los que estuvo Omar Sharif (sí, Mr., también "ése") ya los había comentado, así que me he inclinado por FUNNY GIRL, donde no era el estricto protagonista, pero cuyos puntuales intercesos favorecían a una Barbra Streisand a la que casi se le derretía el ombligo cada vez que se le acercaba este egipcio de nacimiento, señor con todas las letras. Y, bueno, FUNNY GIRL estaba muy bien, porque tenía unos números musicales muy originales, unos diálogos rápidos y precisos, y porque no es, en ningún modo, una historia ñoña y apacible; precisamente, toda la parte final, desde que ambos deciden no separarse, es cada vez más oscura y pesimista. Él, un jugador empedernido, enfermo y fatalmente marcado, que siempre estuvo rodeado de opulencia y terminó arruinado; ella, una chica de barrio que sólo quería un par de minutos sobre un escenario, no era la más guapa, pero sí la más divertida, la más simpática y la que tenía la mejor voz. El final es tan rotundo como elocuente, porque la estrella en la que se ha convertido no reconoce el teatro que la ha visto triunfar si no está repleto de gente. Sólo se ve a sí misma...
Si no la han visto, están tardando demasiado...
Saludos.

6 comentarios:

David dijo...

Pues esta de las que aún tengo sin ver. Mea culpa! Está esperando desde hace tiempo. A ver si me pongo.

dvd dijo...

La verdad es que es un peliculón...

Mister Lombreeze dijo...

Odio a esa señora de la foto. Pero me uno al homenaje: http://www.dailymotion.com/video/xexyi3_dz_fun

Rod-ae dijo...

Es un musical maravilloso. Barbara Streisand está espectacular tanto en la parte cómica como en la dramática, y Omar Sharif se interpreta a sí mismo como ludópata y seductor. Fue una película rodeada de polémica y de vetos, ¿un árabe besando a una judía, una judía colada por un egipcio tras la Guerra de los Seis Días en la meca del cine? Además Sharif canta con la Streisand, y también da la talla de cantante. Inolvidable película y Sharif for ever.

dvd dijo...

A mí, que no soy muy de musicales, me gustó mucho. Lo que pasa es que de Wyler sí que soy, claro...

dvd dijo...

Buff!!!... Esa escena de DOCTOR ZHIVAGO... Esa escena...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!