miércoles, 19 de agosto de 2015

Lo que hay



Escribo hoy porque soy un profesional obstinado, porque el cabreo que tengo con los hijos de puta de Endesa es para meterle fuego a una sucursal. Pero en fin...
Bueno, centrémonos. Si juntásemos la frase del encabezado de ayer con el de hoy obtendremos una frase reveladora en grado sumo y que licua el engañoso estado del cine de terror contemporáneo, que parece que haciendo pasar cualquier cosa por el filtro del arrodillamiento vintage puede suplir una nimiedad por una "neogenialidad" de tintes visionarios. Esto es mucho más patente en la de hoy, porque WE ARE STILL HERE es una película que ya hemos visto muchas veces en los últimos tiempos y que tiene muchas menos novedades que otras propuestas similares. No me extenderé mucho, porque entre el cabreo y que tampoco hay mucho que explicar... pues eso. Resumiendo, es una película de Ti West pero en torpe; la realización, deliberadamente anticlimática, que domina gran parte del film, deviene puro bostezo por culpa de unos diálogos tan sosos como intrascendentes, y luego la explosión controlada de gore no consigue elevar el tono mucho más; de hecho, es una de esas películas a las que los efectos especiales le sientan fatal, no porque estén mal hechos, sino porque le sustraen todo el supuesto "clima" que el director ha estado intentando crear en base a un fuera de campo bastante chapucero.
Esto va de casas encantadas, maldiciones ancestrales y traumas familiares que desatan demonios personales. Así resumida parece molona, pero es más aburrida que una telefonista sudamericana... Y no digo más que me caliento...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!