sábado, 9 de mayo de 2015

El poder de la palabra



No seré yo quien me ponga a defender el ritmo del cine de Manoel de Oliveira, claro que no, porque no es una cuestión de ritmo, sino de transmisión de conocimientos, que se puede hacer con nervio o pausadamente, el caso es que ese conocimiento nos llegue y nos haga reflexionar adecuadamente. Y en este sentido, UM FILME FALADO me parece excepcional, porque es capaz de superar una primera mitad decididamente académica, formal, de poco riesgo, y mutar en otra cosa, un insólito estallido de furia fuera de campo. Oliveira nos cuenta gran parte de los orígenes de la civilización occidental, asentada alrededor del Mar Mediterráneo, a través del viaje que emprenden una profesora de Historia y su hija a bordo de un barco que se convierte en improvisada Babel, y donde las diferencias lingüísticas quedan como un lazo amistoso y de comprensión, precisamente en un tiempo caracterizado por la falta de entendimiento, incluso entre quienes habitan la misma lengua. Cierto es (y lo hemos recordado anteriormente) que es un cine exigente, que no admite relajo o distracción, ya que en su forma está implícita su semántica, y en cada reflexión, aparentemente academicista, Oliveira introduce pistas que jamás dan por hecho nada, sino que interpela al espectador directamente, hasta el tremendo final, durísimo e inesperado. La mirada lúcida de un entonces nonagenario... ¿pero qué es la edad bajo la sombra de culturas milenarias?...
Saludos.

2 comentarios:

Leox dijo...

Mi primera aproximación a Manual y hoy 15 pelis después le sigo teniendo cariño a esta pelicula

dvd dijo...

A mí me parece una película sorprendente y emocionante. Una película que sólo podría hacer un verdadero humanista...
Gracias por pasar por aquí...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!