miércoles, 6 de mayo de 2015

El malo de la película



No he podido ver CITIZENFOUR hasta hace poco. La conclusión, sin ser desalentadora, me deja muchas dudas. Y lo primero que se me viene a la cabeza es si tiene sentido presentar este documental a los oscar... y que encima lo gane... No sé, es como ese viejo lema que invitaba a unirse al enemigo... ¿Pero quién es el enemigo aquí? ¿No estaremos hablando de un exceso de celo por parte de los organismos encargados de velar por la seguridad de un país? Esto es lo siguiente: cuando usted y yo escribíamos en un papel, para verlo había que estar de cuerpo presente. Ahora las cosas han cambiado un poco, y lo que hace que Edward Snowden sea un proscrito, casi apátrida, refugiado en Rusia (¡En Rusia!), es la denuncia que llevó a cabo hace un par de años y que venía a decir que el gobierno estadounidense (el de Obama) tiene la capacidad de vigilar y espiar a cualquiera, y cualquiera es cualquiera; y lo que es peor, impunemente.
Reconozco que no soy muy apasionado de las conspiranoias, pero puestos a elegir prefiero que lo que se me cuenta tenga su poso de realismo. Esto es verdad, claro, todos lo hemos visto en la tele; hemos visto a Julian Assange (aquí con un pequeño "cameo") y hemos asistido al cambio de tornas más grande de la historia, porque si hace tiempo la información era poder, ahora es control. Y todo eso es magnífico, que se sepa y que además un cineasta de dudosas habilidades narrativas (la película es un lío) lo use en beneficio de una tensión inherente a la ficción, menos gilipollesca que la de M. Moore pero aun así dejando un interrogante que a alguien le tocará desvelar... ¿Después de todo lo que han liado, de saltar de un hotel a otro clandestinamente, de encriptar correos, incluso de desconectar los teléfonos, alguno de ustedes tiene la sensación de que haya pasado algo? Lo que se nos cuenta en CITIZENFOUR parece la releche y la rehostia, y puede que lo sea, pero yo no veo que haya servido para gran cosa, qué quieren que les diga...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!