viernes, 29 de mayo de 2015

Días del futuro pasado



Hace unos días falleció Vicente Aranda, director al que sólo podía soportar en pequeñas dosis y cuando venía en contramano, que era casi nunca, al contrario de lo que muchos le suponían. Mi homenaje, como no podía ser de otra manera, tiene que ir necesariamente por el Aranda menos "Aranda", el que hace exactamente cincuenta años filmó un insólito tratado retrofuturista, en clave de cómic, con fondo kitsch, detectives salvajes, asesinos en serie  y modelos rubias que anuncian el Cinzano en las carreteras de una Barcelona desértica, con olor a eco y abandono. Era 1965, y en España no se hacían estas cosas, o si se hacían se veían poco y mal. FATA MORGANA parece un divertimento alelado y presuntuoso, que pica de aquí (ALPHAVILLE) y allá (FAHRENHEIT 451), una especie de ensayo de nouvelle cuisine para deconstruir, antes que Adriá, la tortilla de papas. Sin embargo, no deberíamos escindirla precipitadamente de su propio tiempo y circunstancia, del país en el que se rodó, porque el juguete ideado entre Aranda y Gonzalo Suárez contiene una poderosa idea de fondo; y si no, tan sólo sustituyamos a la figura del asesino psicópata, de ideas fijas e inalterables, por el estado vigilante, asfixiante y dispuesto a aniquilar a sus propios habitantes, si es que estos no le sirven a su propósito de control absoluto. Y puede que mucha sustancia se le haya quedado en el camino de un paisaje que apenas si reconocemos, pero es indudable que se trata de un más que meritorio germen, el que conspiraba en base a ideas, el que desafiaba al catetismo del régimen desafiándolo a un juego entre iguales... Exactamente lo que debería pasar ahora mismo, y por eso a los nuevos "vicentes arandas" se les empuja desde el Estado hacia los márgenes. Como si no hubieran pasado cincuenta años...
Saludos.

4 comentarios:

David dijo...

Me gusta la foto de cabecera.

dvd dijo...

¿La del blog o la de la reseña?

David dijo...

Bueno, Teresa Gimpera era muy mona, pero me refería a la del blog. Ya he visto que era de la época de la prohibición, no de una peli.
Buenas noches.

dvd dijo...

Debía ser un poco triste meterte en un local con las persianas echadas, bebiendo no por socializar sino casi como acto de rebeldía contra una prohibición absurda que no hizo más que incrementar el consumo de alcohol. Se ve en las miradas apagadas y el gesto mecánico de levantar la botella y mirar a la cámara.
Teresa Gimpera era un cañón de señora, pero dejaba mucho que desear como actriz, la verdad. Suárez la imaginaba como Godard a Anna Karina, y Aranda... pues imagínate cómo la quería filmar Aranda...
Un saludo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!