lunes, 12 de enero de 2015

D. W.: El padre del cine #2



ROMANCE OF A JEWESS es un simpático cruce entre la comedia física y la preocupación por los valores transmitidos de padres a hijos. Con una familia judía como elemento principal, Griffith muestra a través del espacio de una tienda cómo el apacible funcionamiento de la misma se verá alterado a causa de un amor, el de la hija, que trae de cabeza a sus padres. No es un corto especialmente significativo, pero sí curioso y ameno, además de una buena oportunidad de ver a Florence Lawrence en el papel que mejor le fue siempre, el de muchacha enamorada...





Mucho más interesante, MONEY MAD es todo un cuento moral, muy en la línea del ideal dickensiano y que en el espacio único de una cabaña muestra alternativamente a un usurero (aunque es definido, sin más, como avaro) que festeja la sola posesión material del dinero, dos asaltantes que le roban y matan, y que caerán víctimas de su propia avaricia, y, finalmente, una vieja que por casualidad se encuentra con el botín, ya que los ladrones se han abatido el uno al otro, aunque su final no será el esperado...





Sin embargo, AN AWFUL MOMENT es un auténtico despropósito, de fondo y de forma. Concebida como otra de las "denuncias", tan de Griffith, dedicadas a "otras razas", intenta exponer otro instante de suspense narrativo, pero tan torpemente que es imposible saber qué era lo que querría contar en realidad. Otra gitana vengativa, esta vez contra el juez (payo, supongo...) que ha encarcelado a su marido, y cuya venganza podríamos acometer como un remoto precedente de la saga SAW... ¡!... Si quieren que el gesto les cambie durante menos de diez minutos en más de cien ocasiones, entonces pueden verla, pero es un poco ridícula a mi entender.




En BALKED AT THE ALTAR, sin embargo, Griffith explota su vena más desenfadada con acierto y seguro que le dejó un buen legado a Chaplin, Laurel & Hardy y compañía, puesto que este corto parte del mal trago de un novio que intenta escaparse de una boda que no le convence y el posterior y estrafalario correcalles, una persecución multitudinaria y que luego se ha usado como recurso tantas veces en el cine. La guinda es la inesperada resolución, puesto que cuando parece que el novio está resignado a su suerte es la novia la que decide renunciar... Muy divertida.

Y... saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!