lunes, 19 de enero de 2015

D. W.: El padre del cine #3



FATHER GETS IN THE GAME es un curioso ensayo de comedia desnaturalizada, en la que un viejo achacoso (el genial Mack Sennett) es sometido a un tremebundo tratamiento rejuvenecedor, tras el que demostrará a su familia que "aún está en el juego", y, ni corto ni perezoso, rememorará sus años de conquistador avasallando a cuanta dama se le ponga por delante. El resultado es exagerado y bastante bizarro, pero puede incluso arrancar una carcajada viendo a Sennett gesticulando como lo que intenta ser, un "jovenzuelo" que se mueve como un anciano.




Igual de delirante es BETRAYED BY A HANDPRINT, en la que aparece otra de las obsesiones de Griffith: el castigo a la ludopatía. Aquí, una señora (Florence Lawrence) se arruina jugando a las cartas y luego maquina un plan para robar las joyas de la dueña del hotel donde se hospeda. El recurso por el que es cazada in fraganti es bastante descabellado, pero yo he visto películas recientes capaces de justificar lo injustificable, así que...




Por el contrario, A CALAMITOUS ELOPEMENT tiene un desarrollo bastante plano y parece una simple burla del eterno desencuentro entre Romeos y Julietas. Con un balcón (bastante floreado, por cierto) y una escalera, de nuevo se nos previene de la inconveniencia de los amores extraoficiales; así, lo que sirve a un amante para acceder a su amada cautiva, es aprovechado por un caco para indagar acerca de la propiedad ajena. No tan elaborado como otros cortos de similar temática.




Y, finalmente, AT THE ALTAR, ya de 1909, sí parece proponer un salto cualitativo de mayor complejidad. No sólo por presentar la figura del malhechor de forma independiente al atentado que va a perpetrar en la boda de la mujer que tiempo atrás lo rechazó, sino mucho más por ese primerizo asomo del montaje paralelo, que invoca un creciente estado de inquietud y suspense, puesto que a medida que los novios se acercan al altar, que alberga un fatídico artefacto, el policía que lo ha descubierto corre a salvarlos, pero no sin dificultad para llegar a tiempo... ¡Puro Hitchcock!...

Y... Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!