domingo, 4 de mayo de 2014

Rincón del freak #153: Castellers caníbales, médicos sin fronteras y la salvación de Jerusalén



En la definición de "artesano" cabe, a estas alturas, casi cualquier cosa, y aventurarnos a imponer un sólo modelo nos deja el sinsabor de la medianía. Por ejemplo, Marc Forster no parecía tender una línea tan clara hacia el conformismo tras un póker de títulos tan estimulante como el que logró reunir desde LOUNGERS, su deslumbrante debut. EVERYTHING PUT TOGETHER, FINDING NEVERLAND y, sobre todo, la impresionante MONSTER'S BALL, introducían a un sólido director de actores dotado de un talento especial para recrear atmósferas que pasaban de lo fascinante a lo inquietante en apenas un parpadeo. Sigamos. STAY ya era tibia, sin peso; STRANGER THAN FICTION, sin ser una mala película, nos adelanta la futura línea de trabajo de Forster, absolutamente alejada de la anterior, confirmada con la empalagosa THE KITE RUNNER, el encargo "jamesbondiano" de última generación, QUANTUM OF SOLACE y la inenarrable MACHINE GUN PREACHER... Fondo... fondo... fondo, hasta llegar a WORLD WAR Z, un dolor de cabeza y de córneas constante acerca de cómo abortar el fin del mundo en dos horas. En dos horas, a toda pastilla, nos dan un paseo por the whole damn world (aunque con la inefable escenita 11/S), que está siendo literalmente devorado por una incontenible plaga de zombis a los que les da, además de por correr con una velocidad acojonante, por colaborar sensatamente y escalar cualquier muro que les pongan con la técnica del "súbete a mis hombros". Brad Pitt es un médico, o un científico, o yo qué sé, capaz de perder a su familia, esquivar a millones de zombis atletas, salvar el mundo a 10.000 kilómetros de su casa y volver a encontrar a su prole como si nada. Blockbuster anodino y dañino, cuesta un gran esfuerzo reconocer aquí a aquel Forster, enterrado entre dimensiones distorsionadas y tímpanos ametrallados, y todo para casi nada, porque lo temible de este asunto (que yo reconvierto en la verdadera plaga zombi de Hollywood) es que se nos vuelve a adoctrinar desde el imperio yanqui que una vida no es valiosa (bueno, la de Brad Pitt sí, claro), que a lo mejor habría que volver a pegar bombazos en Irak u otro sitio, que no se nos olvide quienes son los buenos... Aplaudir esto me parece, lo digo por parte de críticos de cine más o menos inteligentes, de vergüenza. Lo que Marc Forster decidad hacer con su carrera me es de todo punto intrascendente...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!