lunes, 6 de mayo de 2013

De verdad... Jean Rouch #2



Considerada como su primera filmación (aunque hubiese un film perdido de un año antes) , AU PAYS DES MAGES NOIRS, de 1947, contiene ya toda la esencia de su obra posterior, y en ella se mezclan los ritos dogón con una mirada fascinante al día a día de esta etnia. Adelantándose varias décadas al uso de la luz natural, Jean Rouch exploró las posibilidades de una acción directa de cámara, una forma de hacer cine descabellada en lo técnico pero que mostraba facetas hasta entonces inauditas del continente africano. En un ejercicio similar al de su predecesor Flaherty, Rouch "se interesó" por el habitante africano, no lo mostraba como un exotismo al que asomarse tranquilamente, sino como una pulsión vital que le recordaba (o al menos tal fue la intención) al hombre blanco de dónde proviene toda civilización, y lo más importante: por qué. En apenas 12 minutos, Rouch filma una febril sucesión de cuerpos que danzan, comen, hablan, intercambian objetos, curan enfermedades, celebran triunfos, coronan líderes... Y mientras su paciente voz nos pone al tanto, la percepción es claramente la de un inmenso work in progress que comenzaba, precisamente, con la apariencia de un inocente documental etnográfico. Demostrar que Jean Rouch siempre estuvo muy por encime de esta sesgada afirmación es una tarea que nos proponemos desentrañar en las próximas semanas; aunque lo cierto es que nos complacería más que este autor fundamental tuviese más calado entre los espectadores más inquietos.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!