martes, 28 de mayo de 2013

Hasta 2016



No, lo siento pero el título de la reseña no alude a la despedida del blog (se chinchan), sino a la supuesta cadencia que toman, hasta la presente, las películas de Pascal Laugier, un señor que a mucha gente le parece el novamás de esa tonturrada del "post-horror" y que a servidor le provoca bostezos, visitas al Seiko y urticarias emocionales... De acuerdo, con THE TALL MAN mejora pelín, pero es que tampoco era complicado superar aquella cosa que se llamaba MARTYRS. Eso sí, mejora en lo que la mayoría de pelis de miedo hacen bien desde hace años, que son los primeros 10-15 minutos, lo que debería hacer replantearse a algunos pedantillos el formato corto. Esta película debería haberse llamado "Jessica Biel's presents", y no sin razón, pues esta actriz lleva ya algún tiempo coqueteando peligrosamente con el encasillamiento autoconsciente, y que no es el de scream queen, no, sino algo mucho más "post..."; se trata del papel de señorita embutida y mirada bovina que de repente te suelta una patada en los huevos y se larga corriendo y mirando atrás con labios agrietados... Y eso que a mí la Biel me pone, pero es que uno no llega a comprender bien ciertas cosas. Lo que Laugier propone es, en esencia, una trampa falaz que podría asumirse amablemente si al menos fuese entretenida y se despojara de solemnidad. Pero no, que este señor ha rodado MARTYRS, oiga. Los primeros quince minutos de THE TALL MAN están bien, con ritmo, provoca la suficiente inquietud como para pensar que, efectivamente, todo va a irse al carajo cuando llegue el momento de las explicaciones. No contaré nada, porque no soy tan cabrón, pero sí les prevengo de que este tipo debe estar muy trastornado para rodar un final que parece un anuncio de pañales... Yo no sé, sólo espero dos cosas en esta vida: que este señor mantenga la cadencia hasta dentro de tres años (y no la adelante) y que la Biel se replantee seriamente su deriva profesional...
Saludos largos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!