jueves, 20 de diciembre de 2012

El mito de Fausto 2



Una versión injustamente desconocida del inmortal texto de Goethe fue el muy experimental proyecto de la televisión alemana, que en 1960 realizó un insólito híbrido que combinaba teatro filmado y montado, y una excepcional partitura a cargo del músico Mark Lothar. En realidad, y obviando el elemento cinematográfico, este FAUST venía de lejos, concretamente de los escenarios en los que el controvertido actor Gustaf Gründgens venía interpretando a uno de los Mefistófeles más personales y posteriormente recordados (e imitados) desde el que instauró Emil Jannings. FAUST (versión televisiva, aunque bendita televisión aquélla), aparte de incrementar la atención del público sobre los actores, limitando el escenario a un espacio abierto, oscuro y frugalmente decorado, introdujo multitud de novedades, tales como el elemento humorístico (cuando no jocoso) o una explosión final, inesperada, a ritmo... ¡de rock'n'roll!... Mención aparte merecería el auténtico reclamo de este (tele)film/teatro, que no es otro que el tour de force interpretativo entre Will Quadflieg, sobrio actor alemán, y el excesivo Gründgens, un actor que en sí mismo fue paradigma del mito de Fausto, con una vida tan agitada como discutible y al que se acusó de simpatizar con el régimen nazi sólo por no perder su posición en las tablas alemanas; historia ésta realmente apasionante y que fue recogida en otro film, igualmente fascinante, al que iremos un poco más adelante. Hasta entonces, saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!