miércoles, 21 de noviembre de 2012

La soledad del asesino 3



GHOST DOG: THE WAY OF THE SAMURAI no ganó la edición de 1999 de Cannes porque tuvo que ganarla la inolvidable ROSETTA, en un año en el que participó Lynch con THE STRAIGHT STORY o Kitano con su "KIKUJIRO", nada más y nada menos. Sin embargo, la sensación de que Jarmusch tiene en este título su obra más redonda ha seguido creciendo con el transcurrir de los años hasta convertirlo en un film genuinamente de culto. Referencias, todas las que se quieran, pero ajustadas con convicción a los deseos y obsesiones de un cineasta que nunca, ni siquiera en sus películas más circunspectas, ha renunciado a un saludable sentido del humor. Y luego está Forest Whitaker, que lejos de seguir los modelos de personaje puestos a su disposición crea uno propio; este "perro fantasma", mitad samurai, mitad rapero, amante de la literatura y las palomas, es, en una vertiente menos abstracta, lo que decíamos el otro día de Isaach de Bankolé (presente aquí también en un hilarante personaje): una especie de asesino a sueldo, sí, pero cuya conciencia le hace distinguir estéticamente por encima de la ética, teniendo en cuenta que su mundo está podrido. Jarmusch logra en GHOST DOG un equilibrio casi imposible entre la radicalidad de su cámara, que nunca encuadra gratuitamente, y el compromiso con una narración que siempre parece al borde del suicidio, del absurdo, pero que sabe muy bien qué quiere contar y cómo ¿Es una película sobre un asesino a sueldo? Sí, claro. Pero hay mucho más encerrado en sus imágenes. Hay una lección de moralidad casi imperceptible y que va marcando el camino de este imperturbable samurai moderno, que reflexiona en silencio cada acto; y nada, ni siquiera su pose de rapero desaliñado logra que apartemos la mirada de su rocambolesca peripecia: un negro, salvado por un mafiosillo italiano (impagable la banda, con el gran Henry Silva al frente) y que lo tomará como maestro... Simplemente acojonante. No se la pierdan...
Saludos fantasmales.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

"No queriáis igualdad... pues toma igualdad" que dice un mafioso tras reventar de un disparo a una mujer policía. Efectivamente, esas gotas de humor (negro) de Jarmusch son perlitas. Gran película. A Melville también le hubiera gustado.

dvd dijo...

Joer, esa escena es la leche. Esta es la diferencia entre alguien que homenajea y otro que copia sin más. Jarmusch hace suyo LE SAMOURAÏ y lo incrusta en un barrio de negros neoyorquino; Whitaker es igual de hierático que Delon, pero tiene más sorna... ¡porque es negro! Y esa banda de italianos es la polla; como un "corregido/aumentado" de UNO DE LOS NUESTROS pasado por Mel Brooks... Una película que deja un gusto buenísimo después de verse...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!