lunes, 19 de noviembre de 2012

La soledad del asesino 1



Comienza una nueva semana monográfica, ésta por entero (con el permiso de Ozu, por supuesto) dedicada a esos seres fríos y solitarios que son los asesinos a sueldo, teniendo en cuenta, sobre todo, cierta tendencia postmodernista que se viene advirtiendo (al menos en El Indéfilo lo vemos así) desde hace varias décadas encarnada en la figura de unos personajes capaces de suscitar tanta fascinación como rechazo. Y qué mejor que empezar con un título reciente, polémico y descarnadamente personal, una de esas películas que, curiosamente, pese a ser coproducida en nuestro país tardó más de un año en encontrar una distribución más que deficiente. Cosas de casa.
La pregunta es: ¿Se puede hacer una película (de autor) sobre un asesino a sueldo en clave metafísica? La respuesta es: Sí. La hizo Jim Jarmusch y se llama THE LIMITS OF CONTROL. Intentar entender esta intrincada película es imposible en términos usuales, de género más bien; pero si uno se abstrae de toda lógica, atiende a las pistas que el guion le va mostrando, y que precisamente por obvias pasan inadvertidas, se termina por llegar a una parte final tan reveladora como inesperada, y a mi juicio genial. Jarmusch filma en las calles de Madrid a un Isaach de Bankolé de austeridad de medios perfectamente justificada; un ser solitario que parece seguir un plan prefijado aunque desconocido, que tiene sucesivos encuentros en terrazas, donde siempre pide dos cafés expresos y donde, por medio de unos personajes cada vez más extravagantes, va recibiendo unas órdenes a cuál más críptica. Sabemos muy poco de este personaje hasta que Jarmusch explicita que, quizá, más que un personaje sea, pueda ser, una idea proyectada, un ideal hecho hombre, y más concretamente un asesino ¿pero un asesino de quién... o de qué? Yo pediría para este film un cuasiimposible, que no se aburran con la sucesión de escenas repetidas (calcadas), ni las idas de olla del director de DEAD MAN, con la que por cierto tiene no pocos puntos en común; en este caso la estructura de videojuego in progress queda a merced de el nihilista final, donde un impagable Bill Murray destapa dos o tres claves, no ya sobre la esencia del mismo film, sino de el delicado estado actual de las cosas... y del arte, por supuesto. Y ésta tenía que estar aquí, de seguro...
Saludos ilimitadamente controlados.


4 comentarios:

Cinemagnific dijo...

He escuchado críticas muy negativas de esta peli, y aunque me encanta Jarmusch aún no he podido verla. Pero la voy a bajar ahora porque la verdad es que se me habia olvidado que existia y de tu criterio me fio :)

dvd dijo...

Sólo un dato: No tiene nada que ver con GHOST DOG, aunque lo parezca. Se hace un poco indigesta con tanta repetición, pero el final es genial. Si te gusta Bill Murray lo vas a flipar...

Mister Lombreeze dijo...

Mi Veredicto: ¡¡¡Gafapastada de la buena!!!, o sea, un truño. Eso sí, el look del prota mola mucho.
Quedo a la espera de tu entrada sobre Kill Them Softly.

Supongo que no serás tan malvado de incluir al Sevilla en esto de asesinos profesionales aprovechando la reciente matanza hispalense.

dvd dijo...

No pensaba incluirla... Bueno, no sé... Lo otro fue una masacre en toda regla, sí...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!