miércoles, 25 de enero de 2012
Sobrevivir
Una de las filmografías que de manera más interesante ha abordado el muy manido tema de la Segunda Guerra Mundial y sus derivantes ha sido la polaca. Muchos directores son los que, incluso hasta nuestros días, han dado su particular visión, descubriendo esos rincones oscuros de la Historia, especialmente en los referidos a la cruenta ocupación nazi en dicho país. Uno de los nombres más importantes es (sigue siendo) Andrzej Wajda, que lejos de ensayar calculadas demagogias ni ternuristas hagiografías, transitó durante varias décadas un cine del compromiso desde la exploración del talento cinematográfico. Producto de ello surgieron multitud de títulos con los que aquellos jóvenes cineastas se dieron a conocer desde principios de los cincuenta; y uno de los más significativos fue POKOLENIE, en la que se narraban las dificultades de un grupo de jovenzuelos para subsistir en plena ocupación, mientras iban forjándose una identidad propia. Casi como si de unos "rebeldes" polacos se trataran, lo que interesa a Wajda es, sobre todo, la distancia corta, el psicologismo de unas actitudes que van endureciéndose paulatinamente, a medida que la muerte marca el punto de no retorno mediante el que la niñez desaparece y da paso a una repentina madurez. Con algunas escenas magistrales, como el primer asalto al tren, o la escalofriante y larguísima persecución final, POKOLENIE, pese a haber quedado olvidada, como la mayoría de la interesantísima filmografía de su autor, es uno de esos títulos clave, insisto, no sólo como disfrute de dicha filmografía, sino para entender el devenir del cine polaco (y europeo) posterior. Como curiosidad, una de las primeras apariciones de un jovencísimo Roman Polanski en el reparto; uno ve THE PIANIST, su segundo tramo, y no puede evitar evocar al maestro Wajda...
Saludos desde la resistencia.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Grande Wajda. Esta suya no la vi, pero es un director que retrató su época como nadie.
Ésta es una grandísima película; un durísimo retrato de cómo se pierde la juventud...
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