jueves, 5 de enero de 2012

Historia de un muchacho #4



Han pasado 37 largos años e infinidad de reposiciones navideñas del clásico de Carol Reed (bastantes menos de los otros dos); cualquiera pensaría que el personaje de Oliver Twist iba a mantenerse en su intocable estatus para siempre. Y hete aquí que un director aparentemente alejado de los parámetros dickensianos decide poner al día la historia con las herramientas propias del nuevo milenio. El OLIVER TWIST de Roman Polanski bebe (con moderación) de la tragedia de la versión de Lean y de la jocosidad del musical, pero también se pueden rastrear las huellas de otro film de Polanski ¿No es acaso THE PIANIST la historia de una orfandad forzada, de un deambular a base de zarandeos vitales? Sea como sea, es esta versión un estilizado ejercicio de estilo en el que destaca la pulcrísima fotografía de Pavel Edelman; puede que la representación de aquel Londres de 1839 de la que más orgulloso podría sentirse Dickens... y ya estamos aventurando demasiado. Y ya que estamos al final de este apasionante trayecto ¿por qué no extendernos sobre los personajes, al fin y al cabo la médula espinal del relato? No es este Oliver el más estimulante, a mi juicio; el joven Barney Clark (el de mayor edad de los cuatro) cumple con la misión de conmover a las piedras, sin embargo es el de menor presencia, y en un momento dado, hacia los tres cuartos del film, desaparece por completo de la narración, dando paso al resto de protagonistas. Jamie Foreman, sin llegar a la altura del gran Oliver Reed, cumple como un rudo Bill Sykes; Leanne Rowe borda su terrible personaje, para mí la mejor Nancy que he visto. Y por encima de todos, un sobresaliente Ben Kingsley, que sin mofarse de su complejo personaje tiene tanto de la decrepitud de Lon Chaney, la fantasmagoría de Alec Guinness y hasta esas gotas de humor negro que impartió Ron Moody. Este Fagin es el más completo y termina siendo el verdadero protagonista del film, a lo que contribuye una espeluznante escena final que Polanski y Kingsley nos regalan y que es lo mejor con diferencia. Merecen la pena estas dos horas de entretenimiento de calidad sólo para llegar a esos escasos tres minutos de Polanski en estado puro, sin las ataduras de las concesiones al espíritu de la adaptación. Los que hayan visto el final sabrán a qué me refiero.
Y se acabó. He decidido prescindir de la versión animada porque no la considero a la altura de las circunstancias, así como de las múltiples adaptaciones para la televisión o una ignota cinta canadiense que no he podido ver y que trasladaba a Twist al presente. Éstas son las cuatro películas que, hasta ahora, conforman lo que el cine ha dado a una historia inmortal, eterna; uno de esos escasos patrimonios que de verdad pueden considerarse por y para la humanidad; luces y sombras de una época que puede ser cualquier época... la mejor y la peor de las épocas...
Saludos desde el hospicio.

7 comentarios:

David dijo...

¿Qué versión animada?
¿La libre adaptación que hizo Disney con Oliver y su pandilla? Pues esa peli está muy bien (puro New York eisneriano).
Y bueno, a mí la de Polanski me pareció floja-floja. Tal vez jugó en su contra que un año antes hubiera visto la de Lean...

dvd dijo...

Mi favorita es la de Lean, ésta tiene una cosa que quedará para la historia: Kingsley desatado. La de Disney, perdóneme, se parece al original en el el nombre... bueno, ni en eso...

David dijo...

Sí. La de Disney no tiene nada que ver; pero si te olvidas de eso... yo la disfruté mucho más que la de Polanski (ahí queda eso!!); e insisto... un New York totalmente eisneriano...
Mi favorita también es la de Lean; pero la de Carol Reed está muy pero que muy bien; la muda no la he visto.

David dijo...

Vaya! Estoy viendo un par de minutos de la muda en el TCM y joder! qué imágenes tan estupendas. La del camino, la del ahorcado en la cristalera. Joder! Qué poder visual tenía el cine mudo.. Ya me podían haber metido esta en el extra de El chico de Chaplin, y no esa de El huérfanito...

Cinemagnific dijo...

Excelente repaso que le has dado a Twist, colega. Muy currado todo. Sólo he visto la de Lean, pero a ver si me pongo con las demás.

Dr. Quatermass dijo...

Genial, genial este serial. Yo creo que las he visto todas, pero salvo la de Polanski (ovbiamente) el resto hace como mínimo 25 años. Y eso que el personaje es fetiche para mi, cuando empecé a aprender inglés en serio me compré el tocho (por lo voluminoso) de Dickens y aunque nunca lo he leído entero, me he empapado de no pocos pasajes.

Vaya ganazas me has dado de revisarlas...

dvd dijo...

La de Frank Lloyd no tiene nada que envidiarle a las demás, y además con el añadido de que carecía de referentes visuales. Ése es el valor del cine mudo, la inventiva continua que luego se ha visto refrendada en el sonoro...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!