Cuidado, los que van a temblar hoy son ustedes; ustedes, chicos y chicas ya talluditos, que viajan en pantalones sueltos y aromas de diseño. Porque ustedes también vieron TOBI... Sí, la vieron junto a Sabadabadá, La cometa blanca y Pista Libre... Siguen vivos, es cierto, pero su psique aún está afectada, y algunas veces tienen visiones de chalequitos rojos con el cuello blanco llenos de pelotillas, y el Frigodedo, el Frigopie y el Drácula, y los vaqueros Quenk de Modas Isabel con el dobladillo descaradamente de otro color, pantalones de siete años que ya no caben. Y la cartilla Rubio y los libros de Santillana, llenos de círculos concéntricos por fuera y cuadraditos naranja por dentro. Y el 131 de papá y el 1500 del abuelo... Y los Telefunken Palcolor y Verano Azul, claro... Pero antes de que todos lloráramos como idiotas con unos pijos en bicicleta, Antonio Mercero, un friki con vocación de persona normal, realizó uno de los films más descabellados e incomprensibles de la historia. Sí, era un niño rubito como los de los anuncios al que un día le salen alas. La imagen cenital del querubín corriendo en pelotas por La Gran Vía desierta es ya un clásico del bizarrismo cinéfilo y objeto codiciado de pederastas sin fronteras, porque hace treinta años estas cosas eran normales... La cosa estaba clara, exprimir la gallina de los huevos de oro, que era el niño al que ya habían explotado antes en LA GUERRA DE PAPÁ y del que luego poco o nada más se supo, y todo en base a un humor casposo y castizo, grueso de cojones, donde todo vale, hasta el niño cagándose en el casco de un policía o un científico que parecía salido de la Hammer, con collarín y todo.
¿Lo mejor? Un par de chistes, cuando el padre, con esa cara de Maxwell Smart, le dice a aquella señora que decía que era actriz y que se llamaba María Casanova que eso era por darle tanto pollo de comer al niño.
¿Lo peor? Todo lo demás. Brrrrrrrrrr!
Saludos emplumados.
2 comentarios:
Juas! anda que no es freakazo sacar esto a relucir. Nunca la he visto, pero recuerdo hablar mucho de ella en su momento, algún día me dará por "mi momento friki" con ella.
Bye
¡Bendita juventud inconsciente! Ésta hace temblar los tuétanos...
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