lunes, 17 de noviembre de 2008

Su tabaco, gracias

En el actual desajuste capitalista, montones de incidencias, aparentemente ínfimas, han ido dándose la vuelta, mutando como un virus se adapta a un cuerpo enfermo para su propia subsistencia. En SMOKING ROOM, una equeña excusa, la entrada en vigor de la ley antitabaco en las empresas, es capaz de servir como inteligente e irónica antesala a todo un sistema de valores en franca decadencia.
La trama es sencilla y a todos nos suena. Uno de los trabajadores no se resigna y pretende subvertir "su" recorte de derechos y para ello involucra a sus compañeros con desigual fortuna. Desigual porque unos se niegan y otros, simplemente, le dicen que sí como a los locos para luego ignorarlo sin embozo. Pesa más el miedo al despido, el miedo a no pasar desapercibido y ser señalado. De un problema aparentemente sin mucha importancia se pasa a otro un poco más serio; y se destapan insolidaridades, panfletismos, sectarismos, presiones de poder... Todo un laberinto psicológico sin salida para el empleado-ratón, que cree poder luchar contra sus superiores y sus absurdas reglas, para acabar absorbido por un sistema deglutor de individualidades, carente de sentimientos y tan sólo preocupado por frías estadísticas.
Bueno, son cosas que pasan ¿verdad?
Saludos humeantes.

3 comentarios:

Gloria dijo...

He oido hablar muy bien de esta película, así como de la interpretación de Eduard fernàndez. Así que si la puedo ver, le echaré un vistazo.

Ahora, quisiera hacer una puntualización sobre la ley "Anti" tabaco, que me parece una excusa para que los fumadores se hagan los mártires, porque no se aplica ni por el forro: me es imposible tomar un café en ningún bar o cafetería sin salir oliendo a humo (y la situación empeora mucho en invierno, en el cual los locales no suelen abrir las ventanas para respirar por aquello del frio), y pobre de mí si me atrevo a insinuar a un fumador de puros que me encuentro en un ascensor que su humo perjudica a esa señora con un bebé en el carrito que también está en el ascensor con nosotros, poruq me tacharía de intolerante y que quien soy para decirle lo que puede hacer con su cuerpo etc (vamos, que salimos yo, la señora y el niño atufados del ascensor).

ya me perdonarás el mitin... pero trabajo en un lugar en el que por el tipo de materiales utilizados (disolventes, alcohol, papel y otros elementos suspicaces de arder cual yesca, y los chavalines fumándome con inconsciente alegróa por todo el taller. Cualquier día salimos en un telediario de los que presenta Chucky Piqueras.

O igual tendría que estar agradecida de no trabajar en una gasolinera (y con ellos)... que caray, siempre hay opciones peores.

dvd dijo...

Un eterno debate sin solución, me temo. La película creo que toma esto como excusa y que la verdadera chicha está en lo otro... Pero, vamos, que te entiendo perfectamente.

Capri c'est fini dijo...

Estoy contigo lo del tabaco es sólo una excusa para ahondar en otros temas de las relaciones humanas, precisamente en un ambito, como el lugar de trabajo donde pasamos la mayor parte del tiempo pero no se suele analizar mucho en las pelis. Smoking room es un buen catálogo de lo que te puedes encontrar si entras a trabajar en una oficina. La peli me pareció buena aunque si le tuviera que poner algún pero es que era irritantemente didáctica. Es decir, cada actor es sospechosamente diferente al resto para que entren más puntos de vista... Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!