sábado, 1 de noviembre de 2008

Malos tiempos para la lírica

El Rap es una forma de vida; distingue a los deslenguados provenientes de las clases humildes (no es que sea un movimiento precisamente humilde...) de los acomodados y conservadores. Esto podría ser un trazo grueso sobre uno de los fenómenos salido de las calles en los últimos 25 o 30 años.
Spike Lee es un irregular director de raza negra, orgulloso de serlo y que además ha retratado a lo largo de su, ya digo, irregular carrera el devenir de ese grano en el culo de norteamérica que son los negros. Los negros deslenguados, los que no ceden el asiento en el autobús, los que recitan los mantras del rap callejero sin temores, los que han elegido escribir su propia historia antes de que se la sigan "reescribiendo" esos blanquitos caraduras. Probablemente sea DO THE RIGHT THING la coctelera perfecta donde Spike Lee mejor haya combinado todos estos ingrdientes sin ceder a su habitual exageración en las formas y, sobre todo, sin que nadie salga más ofendido que otro, todos igual de ofendidos, diría yo. Pero se trata de una ofensa necesaria; Lee coloca en un espacio reducido (el mítico neighbourhood) a personajes de toda índole, marcados por un latente odio racista (el que más trabajo suele costar reconocer) y con la peligrosa sensación de no tener nada que perder. A ritmo de rap, un repartidor de pizzas (el mismo Spike Lee) tiene como mayor preocupación que no le manchen sus Air Jordan nuevas, inteligente metáfora del negro conformista más preocupado por las formas que por el fondo; su explotador es un italiano (de tercera generación, se entiende) interpretado magistralmente por Danny Aiello, que no duda en usar la violencia para mantener a salvo su reducto (la pizzería) de la creciente ola de odios a punto de desatarse en la calle. Todo ello magníficamente ambientado en un tórrido verano que hace "que las suelas de tus Air Jordan se peguen en el asfalto". Me gustó muchísimo esta singular visión tan poco autocomplaciente con el tema del racismo, donde todos sin excepción tienen su parte de culpa, y que, sin perder un entretenido tono casi de sit-com deja una interesante reflexión en el aire: Hay una máxima que nunca falla para mantener el poder: divide y vencerás.
Saludos desde el barrio.

2 comentarios:

Gloria dijo...

Guardo gran recuerdo de esta película: la escalada de nervios que estalla en la parte final de la película... Y es que el mundo iría mejor con un poquito más de tila.. co, como decia mi padre (qepd), una gran piscina llena de agua de azahar en la que zambullirse.

Y claro, para que negarlo, a una también le hizo gracia Rdio Raheem con sus anillos homenajeando a Robert Mitchum en esa peli que tanto me gusta, je... Y que bueno es Danny Aiello: como Gene Hackman, es de los que siempre cumple como un señor, en cualquier película que aparezca.

P.S. Nº 1: Me pensaba que este post estaba dedicado a "golpes bajos" ;p

P.S. Nº 2: A mi lo del rap no me acaba de convencer... como en el tema de los graffitis urbanos, hay cosas estupendas y otras por las que habría que poner a sus autores a picar piedra pa los restos, por malos y por cochinazos.

para mí el problema del rap es que -sobretodo en la versión española- mucha gente se olvida de que recitar es algo que se beneficia mucho si lo que recitas tiene un mínimo ritmo, y ya no te digo si las estrofas tienen -por lo menos- un número símilar de sílabas, y además riman...

dvd dijo...

Bueno, no soy ni de lejos un aficionado al rap, pese a tener un familiar muy cercano que es toda una estrella en esto. Me tira, si acaso, el facturado en español, que lo pillo más que el inglés. Luego, me parece ridícula la pose "gangsta"... los veo como marcianos. Y en cuanto al graffiteo, es un muy controvertido asunto en cuanto al soporte de la obra; porque, efectivamente, hay cosas muy buenas y otras que no son más que tonterías de púberes aburridos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!