martes, 18 de noviembre de 2008

Puesta de largo

Se dijeron tantísimas tonterías de aquella broma que fue Dogma95 que, al menos a mí, me resulta imposible reírme cuando recuerdo fugazmente la trola que nos quisieron vender como la supuesta y enésima salvación del séptimo arte. Todo el mundo sabe que el cine no lo salva nadie, no le hace falta mientraspodamos seguir disfrutando de Hawks, Bergman, Ford o Fellini. Y punto.
Dicho esto, FESTEN es un peliculón como la copa de un pino. Fue su director, Thomas Vinterberg, quien dio en la clave del asunto mientras rebatía muy acertadamente al gran bromista, que no es otro que Von Trier. Vino a decir que lo del Dogma no tenía ningún sentido si no se radicalizaban las propuestas desde dentro, es decir: lo que se contaba debía ser más descarnado que una nimiedad como usar luz natural o tener la cámara en la mano. No me extraña que este movimiento, pese a haber engañado a una considerable cantidad de gente, fuese fugaz e inane, incapaz de ofrecer historias que se saliesen de lo convencional y sólo avaladas por aquellos estúpidos postulados.
En FESTEN, Vinterberg despelleja literalmente a toda una familia de la alta burguesía danesa que se reúne para "celebrar" el cumpleaños número sesenta del gran patriarca. Ponerme aquí a desvelar las cosas que ocurren a lo largo de dos fatídicos días sería poco adecuado por mi parte, pues precisamente eso es la espina dorsal del film, la concatenación de secretos desvelados por un hijo que no aguanta más la hipocresía con la que el resto de la familia ha ido enterrando en la memoria todo lo que nunca ha interesado que saliera a la luz. Curiosamente, son muchas las voces en Dinamarca las que acusan actualmente a toda una generación de inmovilistas que colaboraron con la invasión nazi sin oponer resistencia y obteniendo a cambio una cierta inmunidad. Podría haber alguna correspondencia entre esta película (la mejor de Dogma95) y lo antes descrito, no lo sé con seguridad, pero hablando de cine, que es de lo que se trata, FESTEN ofrece la versión definitiva de lo que debe ser arriesgar en un trabajo decididamente rompedor y salvajemente premonitorio sobre lo que significa acomodarse e la autocomplacencia.
Saludos celebrados.

2 comentarios:

ethan dijo...

"Celebración" es el ejemplo claro de que una buena película es buena por el argumento, la interpretación y la dirección. Da igual que sea Dogma o no lo sea. O lo que es lo mismo: las películas por que pertenezcan a uno u otro movimiento no van a dejar de ser buenas o malas.
(Ese primogénito levántandose para hacer el brindis... menudo brindis!)
Saludos!

dvd dijo...

Un día hablaré de LOS IDIOTAS... Jejeje...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!