viernes, 17 de mayo de 2019

No quiero ser un héroe... ¿o sí?



THE TALE OF DESPERAUX fue una rara avis en el panorama de la animación norteamericana. Producida allá por 2008 por la Universal, se basaba en el libro homónimo de la escritora infantil Kate DiCamillo y aquí pasó más bien desapercibida, o más bien quedó enterrada entre la avalancha de Disney o Pixar. La gracia de la historia es su rebuscada moraleja, en la que se reflejan una serie de personajes que se resisten a su destino, que parece ya preconcebido desde su nacimiento. Así, en un reino donde la mayor celebración anual consiste en la elaboración de una inmensa olla de exquisita sopa, además de los humanos hay todo un submundo compuesto por ratas y ratones. Las primeras son descaradas y deliberadamente dañinas, mientras que los segundos se ocultan, asustadizos, y forman una sociedad idílica... Hasta que nace Desperaux, un ratón que no se asusta de nada y que en vez de comerse los libros los lee. Desperaux se cruza con otro "raro", la rata Roscuro, que fue perseguida por caer accidentalmente en el plato de sopa de la reina, provocándole la muerte y por lo que el rey eliminó los festejos para siempre. A Roscuro no le gustan las costumbres de las ratas, así que se hace amigo de Desperaux para intentar devolver la sonrisa a la princesa, que vive enclaustrada y ajena a toda felicidad, mientras su criada, una joven sorda que ha llegado desde una granja de cerdos, sueña con colocar una corona sobre su cabeza. Al final todo se resume en un hábil manejo de las emociones de cada personaje, logrando esquivar el típico cuento sin profundidad y ofreciendo un producto que se eleva en calidad sobre títulos similares. Mención aparte tiene la nómina de actores y actrices haciendo las voces de los personajes, donde encontramos desde Matthew Broderick hasta Dustin Hoffman, Emma Watson, Frank Langella, Tracey Ullman o Richard Jenkins.
Una joya oculta para disfrutar en compañía.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!