sábado, 19 de mayo de 2018

This is Spain



Se fue Antonio Mercero, perfecta figura para explicar qué es la dirección como oficio puro y duro, o la figura del director como un trabajador más, lejos de divismos y endiosamientos. Mercero fue un tipo todoterreno, igual hacía un capitulito para una serie, una serie entera, un anuncio, un largometraje de encargo o un proyecto personal y autofinanciado. Su campo de acción era tan diverso que iba desde la comedia al terror, el drama romántico o la crítica social... Y también hizo LA CABINA.
Porque hablamos, señoras y señores, de una obra maestra absoluta de todos los tiempos, 35 minutos de tensión, terror metafísico, absurdo kafkiano o esperpento valleinclanesco; una barbaridad tan segura de lo que cuenta y cómo debe contarlo que, 46 años después, su incontestable metáfora tanto daba para explicar al "mundo exterior" qué diablos era la España del dictador Franco, como refleja con inquietante exactitud esta España de hoy, repleta de trampas invisibles, cabinas que un día son instaladas por oscuros y silenciosos empleados. Cabinas que no sirven para nada, excepto para quedar encerrados en ellas. Cabinas de cristal transparente, para que el público se arremoline alrededor y no pierda detalle de la frustración y desesperación del atrapado. Una cabina que, sin previo aviso, es de nuevo desinstalada, aun con esa persona atrapada. Despedido por todos, a lomos de una camioneta, no sabe hacia dónde se dirige, hasta que ve a otro infeliz en su misma situación. Luego, llega a un sitio fuera el mundo, y allí nadie lo encontrará, quizá ni le echarán de menos.
No sé, véanla si no lo han hecho aún, extraigan sus conclusiones. Disfruten de la magistral interpretación de José Luis López Vázquez, de la tenebrosa coda final con música de Carl Orff, del despiadado y milimétrico guion firmado por José Luis Garci y el propio Mercero. Una de las cumbres creativas de nuestro cine, al mismo tiempo que un objeto insólito y con entidad propia. Una lección de cine y un puñetazo en las narices de los happy flower que nos siguen recordando lo maravillosamente bien que se sigue viviendo en este país miserable...
Saludos.

2 comentarios:

David dijo...

Esto yo lo vi de niño en la tele y qué miedo me dio en su día.
Y la de "La noche del licenciado" (o como se llamara) en la que un abogado les dice después de sacar la carrera que él se larga para ser payaso también me flipó de niño. Esa la revisé cuando Garci puso lo de ¡Qué grande es la TV! o algo así hará unos años. Había envejecido en cosas, pero aquel discurso-panfletario de "he hecho la carrera que queríais, ahora me voy a lo que me interesa" me siguió gustando.
En fin..

dvd dijo...

Había que tener un par de huevos entonces para hacer estas cosas. No todo el mundo sabe que LA CABINA es el único programa televisivo español que ha ganado un Emmy, o que la censura le dio permiso a Mercero para rodar porque consideraba CRÓNICAS DE UN PUEBLO como apología del régimen... ¿?... O que inerpretaron a la grúa que se lleva la cabina como un arcángel que guía al pobre López Vázquez hacia los cielos... Lo que no sé es qué interpretación le darían a los esqueletos atrapados en las cabinas, una imagen que no se borra de tu mente en años. Para mí una obra maestra impresionante...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!