miércoles, 2 de mayo de 2018

El color de la forma #5



Rodada en 1961, UKRAINSKAYA RAPSODIYA (RAPSODIA UCRANIANA) muestra ya descaradamente la tremenda personalidad de Parajanov, incluso estando aún al servicio de producciones pro-patrióticas e indisimuladamente folklóricas. Ni tan siquiera el muy convencional inicio hace presagiar el desconcertante desarrollo de este canto de amor a la ópera, y más concretamente a sus intérpretes. El film arranca con una joven aspirante a cantante que se presenta a un concurso en París, gracias a su excelente trayectoria en el conservatorio ucraniano (perdón, soviético) en el que ha estado estudiando; inmediatamente, la joven comienza a rememorar su infancia campesina, la influencia decisiva de las canciones que le cantaba su abuelo y los amigos y amores que luego tuvo que dejar atrás para cumplir su sueño. Hasta ahí, nada que no hayamos visto, pero luego Parajanov se desata y realiza un montaje paralelo entre las imágenes de la cantante en plena actuación y los terribles desastres del Frente del Este, con la invasión de la frontera rusa por el ejército alemán y la defensa y resistencia soviética. Una película extrañísima, mucho más de lo que parece en un primer momento, que parte de una premisa convencional para desembocar en un ejercicio de experimentación, aún primitivo, pero que continuaba adelantando al cineasta que estaba por venir sólo unos años después.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!