sábado, 5 de mayo de 2018

Huir o luchar



Ha llegado a mis manos el "Director's cut" de THE WARRIORS, remozada edición de una de las películas que con más y mejor consistencia han asumido la siempre engorrosa etiqueta de "film de culto". Primero porque no se puede hacer un film de culto, y sólo el tiempo, las críticas, el rechazo y aceptación continuados o incluso la pasión irracional sirven para poder calificar a una película como tal. THE WARRIORS, de ser algo, sería la tesis doctoral que explica punto por punto lo que Walter Hill entiende por hacer cine. Esto es: la forma importa. La puesta en escena importa. Los actores deben aparecer por insistencia y el guion debe estar al servicio de la acción, de la siguiente escena. Otros más preparados lo llamarán revisión heterodoxa de los clásicos, o simplemente posmodernidad. El caso es que Walter Hill consiguió adelantar el patrón que años después pretendieron instaurar cineastas como Zack Snyder, que ha bebido del cine de Hill hasta hartarse. Sea por la significación mítica de su guion (suponemos que basado en la Anábasis), por la descarada estructura en viñetas (literal en esta nueva versión) o el gusto por la violencia insensata, estamos ante ese summum del cine de culto, que ni tiene por qué ser una gran película ni una bazofia, simplemente permanecer durante varias décadas fascinando a varias generaciones y sumando nuevos adeptos y rendidos admiradores. Es la huida a través de una noche que no acaba nunca, con macarras y putas, yonquis y policías; una huida iluminada iluminada por el neón, en calles solitarias o desolados pasillos de metro. Es una película, en fin, de la que te puedes reír, pero cuidado, porque tampoco podrás quitártela de la cabeza...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Obra maestra.

dvd dijo...

Es una película deliciosamente imperfecta, que se sigue viendo a través de las generaciones sin que su fórmula se agote, y que ha influenciado a montones de directores que ahora mismo pasan por originales. Recuerdo el comentario que hizo usted tiempo ha sobre los bateadores...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!