domingo, 27 de mayo de 2018

Rincón del freak #314: El diablo entre las piernas...



Si lo que ha buscado, milimétrica y conscientemente, el ex actor y director porno Rocco Siffredi es un pulcro y edificante lavado de imagen, justo en el momento que eligió para retirarse de la industria, la jugada no puede ser menos agradecida. Su intento por normalizar algo que precisamente extrae sus virtudes de su incorrección y puesta al límite es, de ser algo, un inane paseíllo por un mundo en el que sólo prima una cosa, ganar y hacer ganar dinero, y quien más gana es quien triunfa, así de simple. ROCCO muestra al exultante actor en una especie de "alma al descubierto", contando su vida (que tampoco es nada del otro jueves), lo estupendamente que lo llevan su esposa y sus dos hijos, y preparando una última y "espectacular" (para él lo será) actuación, rodeado de diversas estrellas del género. Entre medias, un puñado de insustanciales aspirantes a actriz, jovencitas llegadas del Este con más hambre que sesera, se ponen a plena disposición de una industria que las fagocita en un instante, que es lo que suelen durar, entre escupitajos, bofetadas, insultos e irrigaciones; una feria de cuerpos exangües, de sonrisa forzada, que aceptan cualquier cosa por tener a este señor metiéndole tres dedos hasta la campanilla. Curiosamente, el documental promete que veremos a Mr. Siffredi expiando sus "pecados", abriéndose ante la cámara y explicando una serie de motivos que tampoco son ninguna revelación. En lugar de ello, los componentes de cada rodaje se muestran como una gran familia, cuidadosos, correctos y casi entrañables. Quizá sea así en realidad, pero para eso tampoco hacía falta un documental que quiere pretenderse como "serio"... Y luego está Gabriele Galetta, su primo, su cámara, su sombra inseparable. Y a lo mejor este podría haber sido un impresionante documental sobre las cloacas del porno, si sólo lo hubiesen dejado expresarse libremente...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!