lunes, 28 de mayo de 2018

Ángeles y demonios



Una mujer contacta a un hombre, intenta contratarle, pero no le convence de primeras. Ha comprado una casa en Gales, en mitad de la nada, ha gastado una suma considerable y aún debe pagarle, pero el hombre no está convencido. La mujer quiere realizar un rito de ocultismo para contactar con su hijo, muerto algunos años atrás... O al menos eso es lo que dice para convencerle...
A DARK SONG es, sobre todo, y además de un sorprendentemente maduro debut, un ejercicio de construcción narrativa encomiable. En estos tiempos de premura y trazo grueso, el irlandés Liam Gavin se toma su tiempo para erigir esta oscura historia sobre ritos, iniciaciones, deseos y secretos; un cóctel que funciona mientras las excepcionales interpretaciones de Steve Oram y Catherine Walker se mantienen como único nexo entre el críptico argumento y la creciente curiosidad del espectador, que no debe esperar un film de terror al uso, sino un audaz acceso a las tinieblas de lo que permanece en las sombras. El final, es cierto, puede resultar alargado e incluso algo descabellado, con algunos apuntes beatillos que desentonan con el montante; por contra, la excelente química entre la tensión acumulada por ella y la lenguaraz sabiduría de él, supone el gran punto a explotar de este más que prometedor debut, truculento en su justa medida y al que quizá le falte algo más de valentía a la hora de desarrollar y expandir las emociones, expectativas y frustraciones de sus protagonistas. Aun así, un muy buen film de género que intenta salirse de las convenciones del género.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!