domingo, 6 de mayo de 2018

Rincón del freak #311: Las sensaciones saturadas



¿Qué es el porno, sino una hiperbólica sucesión de postales? Imágenes que nos interpelan desde un lugar que no habitaremos jamás, que sólo pueden existir en la otra parte de nuestra imaginación, la que no mostramos en público, aunque quizá por ello lata con más fuerza. El porno también es exhibición, impudicia, atropello ¿Se puede entonces filmar el reverso del porno? Sion Sono lo ha intentado; quién mejor para ensayar una aventura tan desquiciada que uno de los directores más excesivos y libérrimos del panorama actual. ANTIPORNO tiene un mensaje implícito en sus imágenes, que no es otro que ir a la contra, significar exactamente lo contrario de lo que debería. Así, lo que en un principio era un mero encargo de la productora Nikkatsu para reverdecer viejos laureles del oxidado género conocido como roman-porn, se extralimita hasta un grado de perversión bastante mayor que el ofrecido por dicho "porno suave", ya que utiliza la degradada mente de una joven, participante en un casting, para arremeter sin compasión contra el indisimulado machismo que soportan las mujeres en Japón. Así contado, parece una propuesta absolutamente recomendable, pero Sono es incapaz de cualquier sutilidad, y su película es una estridente sinfonía de gritos, colores saturados y escupitajos en forma de exabruptos degradantes. Todo para exponer el sumiso papel femenino ante ojos masculinos y subvertir lo que habitualmente ofrece la pornografía. El resultado es el esperado, una idea muy interesante que se agota muy pronto; y eso que esta vez Sono, con kilométricos metrajes en su haber, se queda apenas en hora y cuarto. Supongo que los muy frikis la disfrutarán, porque yo no tanto.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!