sábado, 26 de mayo de 2018

El cine anecdótico



A veces me ocurre. Me obsesiono con ver algo sólo por alguna oscura referencia vista de refilón en una revista o un blog. Al cineasta madrileño Albert Arizza lo descubrí hace unos años surfeando por el catálogo de Filmin. Allí, la que hasta la fecha es su primera y única película, RAMÍREZ, el inusual retrato de un asesino en serie pijo, me dejó tan sorprendido como descolocado. Vi un narrador con lo mejor de Bigas Luna, McNaughton o incluso Brian dePalma, pero han pasado nada menos que diez años y Arizza no ha vuelto a terminar ningún trabajo, aunque desde hace algún tiempo se especula con un rodaje que se intuye interminable. Un poco antes, en 2005, con 27 años, Arizza se estrenó con un curioso cortometraje titulado ENERGY HUNTER. Situado en el lejano año 3740, narra la peripecia espacial de Truk, nada menos que un cazador de energía, que viaja a planetas vírgenes para arrebatarles sus energías más puras; una especie de "reciclador cósmico", o algo así. La idea es buena, y ciertamente los efectos especiales están más que dignamente construidos, pero se nota la premura por contar urgentemente algo sin palabras, y eso no siempre es sencillo. La banda sonora, compuesta en su totalidad por diversos cortes del "Shine on you crazy diamond", tampoco ayuda y todo acaba como lo que es, una simple anécdota. Seguiremos esperando al señor Arizza, claro...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!