martes, 15 de diciembre de 2015

Líneas irregulares



Tenemos dos semanas por delante para hablar de pintores, de pintura. De la pintura en el cine o del cine en la pintura. El porqué es titubeante, y no merece mayor explicación más allá del simple hilado de un puñado de títulos, algunos mejores y otros peores, pero todos con un nexo: la pintura, los pintores.
Y podríamos empezar con cualquiera, pero lo haremos con Jackson Pollock, un pintor que personalmente detesto por mi imperdonable incomprensión hacia su obra, pero que es cierto que tuvo una vida lo suficientemente agitada como para que a alguien se le ocurriera realizar un biopic y aprovecharse del tumulto que se generó durante los años que estuvo activo, que no fueron tantos, pero sí los suficientes como para dejar tras su obra el siempre interesante aura de malditismo. Lo mejor de POLLOCK son sus intérpretes, y muy por encima del resto la impagable pareja protagonista, porque si Ed Harris borda el retrato del artista atormentado, la gran Marcia Gay Harden llega incluso a superarlo en la mayoría de escenas que comparten, que son casi todas. Ella es Lee Krasner, la mujer que se enamoró del artista y renunció a todo, incluso a su propia carrera, para quedarse junto a un ególatra inabordable e inconsecuente, la combinación perfecta para que todos te consideren un genio... La película tiene sus momentos, casi todos buenos, pero ninguno memorable; la música, que parece sacada de un telefilm,  le hace un flaco flavor y resta intensidad al trabajo de los actores. Además, la narración parece deshilvanada, indecisa, sin centrarse demasiado en un aspecto u otro, y los personajes secundarios aparecen y desaparecen a capricho; incluso la parte final, que debería desprender amargura y patetismo, se remata de una forma en exceso convencional, y el film se cierra incomprensiblemente sin que hayamos visto a la antes omnipresente Krasner durante demasiados minutos.
POLLOCK es, parece, la obra de un admirador, aún no demasiado hábil con su ópera prima, pero con apuntes muy interesantes que han quedado como quizá la única forma posible de poner en imágenes el dislocado universo de un pintor que lo rompió todo, incluso su propia vida. No es mala, pero parece mejor de lo que realmente es.
Saludos.

2 comentarios:

Jimmy FDZ dijo...

Jaja, pues a mí también se me había ocurrido ver pelis de pintores al hilo, aunque a mí no me habría dado para dos semanas, a lo más cinco días o así (Mr. Turner, Klimt, Caravaggio, ésta y Modigliani, puros apellidos). Me gustaría ver una peli de Edward Hopper, a la larga prácticamente el único pintor que conozco.
Pero mejor así, su repaso de pintores y pinturas me sirve a mí para descubrir y conocer y seguir disfrutando del cine y otras artes.
Saludos.

dvd dijo...

Atento, pues, a la entrada de mañana...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!