jueves, 3 de diciembre de 2015

A modo de curiosidad



Diría que NOCTURNA podría haber marcado un antes y un después en la anecdótica producción española de cine de animación, una especie de piedra de toque sobre una industria que permanece y lucha en los márgenes de la condescendencia infantil y puntualmente, como es el caso, obtiene el consabido Goya de "su" categoría. Así que me resulta complicado establecer un cronismo adecuado y ecuánime, ya que NOCTURNA es mucho mejor que cualquier otra película animada española, pero una vez quitado el primer adjetivo lo que queda es un cuento de lo más convencional, trillado en su desarrollo y con una poética de manual, demasiado orientada y dirigida "a". La diferencia fundamental con una película aparentemente similar, como era JACK Y LA MECÁNICA DEL CORAZÓN, es que se conforma con la elipsis infantiloide; así, lo que en una es el triste y desolador tránsito del amor a la muerte, en la otra se enfunda los calzoncillos de andar por casa y se mira la barriga desde su confortable lugar común, el que impide a los niños crecer ya que un rollizo muchachote puede deslizarse de tejado en tejado sin que nada atente su seguridad. Papá Estado y sus soflamas colándose en unas dependencias que nunca le pertenecieron...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!