lunes, 21 de diciembre de 2015

D. W.: El padre del cine #43


En DREAM STREET, de 1921, Griffith exploró (y explotó) las posibilidades de Carol Dempster como no lo había intentado antes. Presentada escuetamente como "un drama cómico", este guion del propio Griffith basado en la novela de Thomas Burke, es un delicioso crisol de géneros, que con la excusa del irresistible sex appeal de su protagonista encontraba las soluciones de perspectiva analizando a sus tres pretendientes. El rufián sin oficio ni beneficio, el joven impetuoso y aventurero o el hombre de pro, que es el único que podría darle una buena vida. Griffith pone las claves para la comedia de enredo clásica hollywoodense y le añade una rebuscada trama policial que incluye a mafiosos orientales y a un misterioso y sombrío tipo con máscara. La fotografía de Hendrik Sartov tiene muchos matices expresionistas, recreando un Londres oscuro y poco amigable, en cuyas calles Griffith filma a Dempster como adelantando a Ingrid Bergman... aunque también parece Katherine Hepburn... o Greta Garbo... Porque hablamos, seguimos hablando de la verdadera construcción de unas identidades que pensábamos que siempre habían estado ahí, pero que sólo se nos han revelado a partir de cierto punto.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!