miércoles, 6 de febrero de 2013

Los (anti)climas



Suele ocurrir. Una de las películas imprescindibles del pasado curso lo fue porque tardó aproximadamente un año, y tras pasearse por toda Europa cosechando alabanzas, en estrenarse (si esa palabra existe aún) es éste nuestro "cinéfilo" país. Me refiero a BIR ZAMANLAR ANADOLU'DA (ÉRASE UNA VEZ EN ANATOLIA), del muy festivalero Nuri Bilge Ceylan, un señor del que nunca me he sentido muy afín de su cine, pero que (y cuánto me alegro de ello) con este mastodóntico film me ha ganado para su causa, sea ésta la que sea. Con "mastodóntico" no me refiero a su duración (que raya las tres horas), sino a la amplitud con la que se va deshilvanando un relato que, en términos clásicos, respondería al típico thriller de policías, asesinos y un muerto, aquí un falso mcguffin que incrusta la atención del espectador en un plano completamente diferente al conseguido por Bilge Ceylan en sus largos planos, unos panorámicos, con los personajes casi borrados, y otros de un puntillismo cercano al hiperrealismo. Pero no se equivoquen, ésta no es una película vacía ni el capricho feroz de un altivo prestidigitador; de igual manera a ese Fincher superlativo de ZODIAC, es el espectador mismo quien se encuentra en la decisiva encrucijada de saber qué tipo de película está viendo exactamente. Y es que en este puzzle sin fin podemos encontrar la desesperación de los policías en una búsqueda tortuosa y llena de incógnitas, la cotidianidad de los funcionarios que nos ponen al tanto de su propia circunstancia y la mirada herida, animal, del principal sospechoso, del que podemos creer tanto su culpabilidad como su inocencia... ¿Acaso importa? Albergando lo antes descrito, el director turco nos hace partícipes del paso del tiempo, los cambios climáticos (y por tanto del paisaje) y de la oportunidad de respirar el mismo aire inflamado de sus protagonistas, personas normales obligadas a enfrentarse a la inmundicia humana, la ajena, pero también la propia. Así las cosas, dejar un film tan estremecedor como éste en "una aburrida sucesión de planos interminables" habla, sintomáticamente, de otro estado de las cosas, y ése nos pertenece a nosotros, y no estamos dentro de una película... ¿o sí?
Saludos en solidaridad con la huelga de LIPASAM.

3 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Este hombre me cautivó hace ya mucho con Lejano. Esta la veré, porque le tengo la pista algo perdida desde hace tiempo.

dvd dijo...

Su mejor película, sin más.

Mister Lombreeze dijo...

Gran película.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!