sábado, 16 de febrero de 2013

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #5



Uno ve los carteles promocionales que la productora Mirashin, supongo que pensando en un improbable lanzamiento internacional más allá de los festivales europeos, preparó en 2004 para la quinta película de Hong Sang-soo y lo primero que piensa es: "No. Será otro; esto parece de Garry Marshall..." Suele pasar, sobre todo cuando a un director se le empieza a tomar en serio después de haber hecho ganar dinero a un productor importante (en el caso que nos ocupa, más por austeridad de medios que por taquillaje puro y duro), pero viendo los primeros minutos de YEOJANEUN NAMJAUI MIRAEDA (LA MUJER ES EL FUTURO DEL HOMBRE), todo queda en su sitio. Fue así al menos para el Festival de Cannes, que la eligió para competir por la Palma de Oro. Mun-ho y Hyen-gon son amigos; el primero es profesor en una universidad, está casado y con un hijo; el segundo pasa largas temporadas en Estados Unidos, donde pretende conseguir ser director de cine. Ambos se encuentran en Seúl, comen juntos, se emborrachan, van de putas, contactan con una antigua amiga y ambos se la benefician, sin problemas. Pasa el tiempo, Hyen-gon  vuelve de nuevo y allá que irán a buscar a la muchacha, que se ha mudado a otra provincia; allí, Mun-ho se encontrará con un grupo de alumnos suyos y se separará de sus amigos. El azar controlado, la disconformidad con lo establecido o simplemente la necesidad de dejarse guiar por un impulso primigenio que siempre es más potente que cualquier guía oficial. El cine de Hong Sang-soo necesita muy pocas cosas para traspasar la pantalla; apenas, como aquí, juguetear con dos situaciones paralelas para dislocarlas, separarlas a su antojo, aunque el antojo (debe ser así) sea de unos personajes que se niegan a tomar parte de la falsa trascendencia, precisamente porque si han de ser falsos, lo serán de verdad. Estupenda y original película; y no es noticia.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!