martes, 27 de abril de 2010

Vericuetos

BOBBY fue una de esas películas que pasó desapercibida en su momento (se estrenó hace cuatro años) aunque tenía una pinta estupenda, más por cómo contaba lo que contaba que por lo que contaba, aunque lo que contara fuese sumamente interesante. El fascinante embudo de personajes y situaciones que propone Emilio Estévez, transmutado aquí en intenso, hábil y brillante director de actores y un más que solvente hilvanador de secuencias sorprendentemente intimistas, teniendo en cuenta la magnitud del suceso en sí, el asesinato de Robert F. Kennedy en el hotel Ambassador (lugar único en el film) en Junio de 1968. Tomando un poco del espíritu de Altman, apropiándose del mejor y más telúrico Oliver Stone y templando los ánimos (que suelen dispararse en este tipo de trabajos) con mano firme, Estévez presenta a unos personajes desencantados unos, esperanzados otros, algunos esperpénticos (magnífica, muy a mi pesar, Demi Moore), otros directamente inclasificables (Martin Sheen y Helen Hunt, lo mejor del film), aunque también con sitio para el sainete con moraleja, que muestra algunas secuencias francamente sonrojantes y que desembocan en un final "a lo Paul Haggis" que no hace justicia a su brillante arranque y mejor continuación. Así, BOBBY es una estupenda película si nos podemos olvidar de qué pretende hablar sin hacerlo directamente y atendemos a lo que realmente cuenta, que es una deliciosa vuelta a un cine que algunos creíamos perdido para siempre, el cine por y para los actores.
Saludos magnicidas.

2 comentarios:

Crowley dijo...

Ya está colgado tu post, DVD.
Para mi también pasó desapercibida, estimado amigo, así que le seguiré la pista ahora que la conozco.
Un saludo

dvd dijo...

Gracias; mola esto de la interactividad...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!