martes, 20 de abril de 2010

Hedonistas por el mundo

Por ejemplo, aún no había hablado sobre THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW... así que subsanemos tamaño error...
Treinta y cinco añitos contemplan ya a una de las obras más divertidas, subversivas, libérrimas, deslenguadas y desprejuiciadas de todos los tiempos; un tiempo que sólo ha hecho engrandecer el film de Jim Sharman, mejor la obra original de Richard O'Brien, cuya puesta al día no sólo no pierde ni un ápice de su necesaria poquísima vergüenza a la hora de proclamar el gusto por la ambigüedad sexual, el saludable desprecio por las instituciones más arraigadas (especialmente la iglesia y el matrimonio) o su maquiavélica urdimbre estética, que no esconde otra cosa que un inconmensurable amor por el musical clásico de Broadway, ni más ni menos.
La historia, aunque es lo de menos en esta orgía psicodélica y bizarra, es conocida por todos: Susan Sarandon y Barry Bostwick, dos ingenuos y cándidos novietes, vienen de una boda y han de refugiarse de la tormenta en el castillo del extraño Frank'n'Furter; allí serán inducidos, entre bailes alocados de otra dimensión y prácticas sexuales de toda índole, a que se olviden de su conservador punto de vista sobre la vida y se dejen llevar por sus instintos más primarios. Lo que ocurre a partir de entonces es una de las experiencias más refrescantemente alocadas que uno pueda imaginar, con un excepcional Tim Curry en el papel de su vida, una mezcla de Freddy Mercury, Bettie Page y un Doctor Frankenstein filonazi, que no quiere oír nada acerca de convenciones e incita al amor libre y gamberro; para ello, ha de construir al amante perfecto, Rocky Horror, que resulta ser un cándido superquerubín de bañador dorado y suaves maneras. Todo ello cabe entre frenéticos números musicales (Meat Loaf incluido), efectos especiales deliciosamente cutres y un sano sentido del humor que no permite en ningún momento que nos tomemos demasiado en serio ni a nosotros mismos ni a los demás, algo que parece estar olvidándose entre tanta pantomima de corrección política. No está de más, por tanto, volver a echarle un vistazo y comprobar lo poquísimo que hemos avanzado en cuestiones de libertad moral y cultural.
Saludos horrísonos.

1 comentario:

Dr. Quatermass dijo...

Si señor, gran reivindicación de una peli que cada vez que la veo me hace pasar un gran rato. Imprescindible volumen a tope, ponerse panties y maquillarse es opcional.

Un saludote

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!