viernes, 23 de abril de 2010

Prohibido inmiscuirte en la historia de los hombres

Debo reconocer, reconozco y culpome de la dejadez casi absoluta de este blog respecto a los documentales; si hay alguien que defiende este género soy yo, y no son pocas las veces que he pensado en hacer una sección paralela en el otro blog; puede que sea la sensación de que los documentales no interesan, o que los verdaderamente interesantes son difíciles de ver... El caso es que de vez en cuando tenemos acceso a algún que otro documental que nos llama la atención y que nos merece una reseña.
Y es curioso, porque CONFEDERATES STATES OF AMERICA no pasa de ser, en su realización, un entusiasta y correcto trabajo en la misma línea sarcástico-pedante del inefable M. Moore; la diferencia está en que lo que cuenta Kevin Willmott no es cierto, sino una suposición que le sirve (de ahí su inteligencia) para criticar una amplia variedad de aspectos que sí ocurren en realidad sin necesidad de tocarlos directamente. En este caso, se nos plantea la inquietante posibilidad de que la guerra de secesión hubiese sido ganada por el Sur, que el esclavismo se hubiese mantenido vigente hasta nuestros días y la cerrazón paranoide de la que U.S.A. ha hecho gala en diversos momentos de la historia fuese una constante ya aceptada en los nuevos C.S.A.; tales como un hipotético "telón de acero" en la frontera de Canadá o la hilarante concepción de los corruptos gobiernos africanos, presentándolos como humanitarios sistemas de autolimpieza. Como concepto, C.S.A. funciona y sorprende por su lenguaraz y virulento estilo, pero empieza a desmoronarse cuando la sombra de Moore comienza a asomar y las bufonadas ya son demasiado evidentes como para tomarlas en serio. Lo mejor son algunos "interludios publicitarios" que provocan risas y desprecio a partes iguales. Lo peor es que todo es demasiado serie "Z".
Saludos confederados.

1 comentario:

Crowley dijo...

Hola,
en cuanto a MR. Moore, hay que ver que triste es ver cómo te conviertes en aquello que criticas. En un capitalista. Me gusta el Moore del principio, el que era casi desconocido pero fiel a unos ideales propios, no el de ahora, que llega a Cannes en mega-limousina y cobra para que le entrevisten.
En cuanto a C.S.A., sólo por ver la bandera confederada en la luna, ya merece la pena. Hilarante.
Un saludo

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!