jueves, 20 de agosto de 2009

Bromas aparte

GLADIATOR fue una preciosa comedia filmada por nuestro joker particular, Mr. Scott, que se forró de lo lindo e incluso consiguió el más difícil todavía: recuperar crédito ante cierta crítica que todavía sigue babeando de placer cuando ve a Russell Crowe chillar en el circo, con su peinado exquisito, su barba recortadita y su mirada llena de sufrimiento. En fin.
Ni siquiera me había planteado hablar de esta película que sigue la estela de tonterías de altísimo presupuesto como TITANIC o PEARL HARBOUR, lo que pasa es que así me quito otro lastre de encima y además me desintoxico de tanta trascendencia fílmica... Demasiado Dreyer, oiga...
36 años antes, Anthony Mann, un artesano infinitamente más hábil que Scott, dirigió la soberbia y nunca suficientemente valorada THE FALL OF THE ROMAN EMPIRE; verla ahora supone un río de carcajadas sin fin, pero sólo porque el neófito confundido, de repente, se da cuenta de que ambas películas van de lo mismo, con un inicio calcadito y el mismo gusto por la épica de altos vuelos. En GLADIATOR, la figura del general agraviado por su honestidad es la que copa toda la atención, lo que al final es más de lo mismo: "Que sí, que pobrecito, que qué pena, que cuánta putadita...". Bueno, vale, dos horitas y media de ir para allá y luego volver con la frente marchita, y de rellenar un coliseo digital con gente digital, o de poner la cancioncilla de Lisa Gerrard con una puesta de sol digna de LEYENDAS DE PASIÓN... Es decir: todo muy peinadito y muy aseadito, como si en vez de la Roma imperial habláramos de A TODO GAS 2, con esas calles siempre dispuestas a las correrías de nuestros jovenzuelos favoritos. Y, con todo, hay algún acierto, como Joaquin Phoenix dando vida a un inquietante Cómodo (como contrapunto, la nulidad de Livio) o Connie Nielsen, que no actúa un pimiento pero está rica y hace algo muy difícil: que nos olvidemos de Sophia Loren, la diosa...
Pues nada, que poco a poco la voy emprendiendo con la filmografía de este señor, llena de sombras y luces; pero no se apuren, ya le tocará a alguna buena.
Saludos desde la arena.

6 comentarios:

Capri c'est fini dijo...

No puedo aguantar Gladiator, es superior a mí... esa Roma entre cartón piedra y ordenador, ese César malvadísimo y ese macho-macho hispano... Es que cuando intentan darle seriedad a una cosa de esta, ya roza el patetismo. Por no hablar de la interpretación de mi amigo Russell, que anda queriendo desbancar Steven Seagal como peor actor de la historia del cine.

Un abrazo.

Mister Lombreeze dijo...

pfff, qué dureza. Yo la fui a ver como lo que creo que es, una propuesta de entretenimiento sin pretensiones.
Por cierto, cuenta con una estupenda banda sonora del habitual de Scott, Hans Zimmer, y como suele ser también habitual en este señor, no se corta a la hora de plagiar a los clásicos como Prokofiev y others.
Duros comentarios para una película que no es tan mala y que cuenta con un comienzo bastante chulo.
el resto de las que citas en el post sí me parecen unos super bodrios.

Groupiedej dijo...

Me reconforta saber que no soy el único al que esta película le parece una tomadura de pelo... menos mal...

Santiago Bullard dijo...

Demasiado melodrama, es cierto; y las actuaciones pudieron haber sido mejor. Ese exceso de "aquí está el bien; de este otro lado el mal", como si en lugar de hacer un filme dramático-histórico se dedicaran a componer una fábula (que es lo que hacen, muy bien, en "El laberinto del Fauno"). Pero bueno, como entretenimiento sin más no está mal, eh... Para qué negarlo: yo no la pasé del todo mal viéndola, y hace poco la volví a ver, y lo mismo: sin ser una obra de arte, se puede disfrutar. Para buen historicismo épico-romano, mejor ver la serie de HBO, "Roma". Muy bien hecha, muy buena.

Santiago Bullard
cafedesencuentro.blogspot.com

Kinezoe dijo...

No nos ensañemos tanto señores, las tiene peores ;) . A mí lo que menos me gusta es ese final tan comercial y poco creíble con Comodo en el foso luchando con un gladiador. Choca un poco...

dvd dijo...

Como decía Alvaro Vitali, inolvidable rostro de Jaimito: "No passssa naá"...
Lo de este hombre es como lo de Hitchcock, pero a la inversa. Poco a poco intentaremos ir encontrando (debe haberlas) las buenas de uno y las malas de otro.
Hasta entonces.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!