miércoles, 30 de abril de 2008

Derechos de autor

En contraposición a DEVO yo sí que estoy satisfecho de cómo ha arrancado NUESTRO/VUESTRO blog. Este primer mes de vida expira y, pese a esperar febrilmente más aportaciones (estoy por cambiar a el indéfilo intimidable), que seguro llegarán, la valoración, por mi parte, es más que positiva.
La última reseña del mes sevillano por antonomasia introducirá al cineasta que le pintó la cara al ortodoxo Hollywood de finales de los cincuenta-principios de los sesenta: John Cassavettes.
Con presupuestos exiguos (en ocasiones bordeando la bancarrota), rodeado de sus actores y equipo fetiches (incluso con labores de pluriempleo), abordando toda la inmensa cara oculta del american way of life y, sobre todo, trabajando a destajo, siempre contracorriente, haciendo caso omiso del caso omiso que a él le hacían, vigilante con lo que le rodeaba hasta caer, como el gigante que era, prematuramente de cirrosis.
Cada película de Cassavettes es una manera de reencontrar el CINE. Los adalides de la Nouvelle vague le adoraban y le rendían constante tributo en sus propias obras (Chabrol, Truffaut, Godard... buscaron interminables trasuntos en los personajes extremos cassavettianos), aumentando su leyenda frente a la incomprensión de sus compatriotas.
A WOMAN UNDER THE INFLUENCE es una de sus cumbres. Retrato desquiciado y antifrívolo sobre la inevitable descomposición familiar a causa de la incontrolable enfermedad mental de su protagonista (magistral, Gena Rowlands). Se cuestiona la ordenada ortodoxia de los parientes, que nada pueden decir ante los sentimientos desbordados de quien todo lo da, sin ser consciente de la pérdida que ello supone.
Otra vez descubrimos que nunca hubo nada nuevo bajo el sol. Lo más importante de esa nimiedad llamada Dogma 95, se resume en unos cuantos planos de esta obra revolucionaria (pero es que todo Cassavettes lo es) que, una vez más, nos hace amar el cine desde donde éste debe habitar: la franqueza.
Animo a los amigos indéfilos a que descubran o revisiten el personalísimo universo de este neoyorquino indomable que, como no podía ser de otra manera, ha sido ofrecido con cuentagotas en este país, aunque está disponible prácticamente toda su filmografía en DVD/AVALON/FNAC.
Bon appetite y saludos indéfilos bajo la influencia del polen primaveral...

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!